My Messy Academy

Epílogo (4)

El ambiente era muy ameno en casa de Momo Todoroki, se habían reunido sus ex compañeros de la academia y algunos compañeros de trabajo para celebrar el segundo embarazo de la pelinegra.

–No puedo creer que Mineta te enviara todos éstos regalos para la bebé. –La pelinegra sonreía divertida con la expresión de Uraraka.

–Es lo normal, es uno de los personajes representativos a favor del movimiento feminista. –Comentó la gestante. –Al enterarse de que ésta vez tendría una niña, hizo acto de presencia.

–¿Quién iba a pensar que pasaría de ser un pequeño pervertido a lo que es ahora? –Mina echó a reír recordando sus épocas de estudiante.

–Ni que lo digas, hay una gran demanda femenina para ingresar a su agencia y recibe muchas propuestas, pero sigue soltero, casi no puedo reconocerlo. –Agregó Toru.

–Aún puedo recordarlo intentando espiarnos en los baños, creo que el tiempo que pasó con Midnight sensei como nuestra maestra y las palizas que recibió por sus hechuras, lograron enderezarlo. –Las jóvenes asintieron ante lo dicho por la castaña.

–Esto sólo me hace extrañar más a Jiro, ella siempre se encargó de cubrirnos las espaldas *kero*

–¡Oh! Es verdad, olvidé mencionarlo. –Las jóvenes dirigieron la mirada hacia Momo. –Ella regresará. –Las chicas intercambiaron sonrisas entre ellas. –Ya tenía tomada la decisión hace un tiempo, pues terminaron la misión hace un par de años con mi esposo, pero aún no lograba reunir valor suficiente. –Las jóvenes recordaron lo difícil que fue para ella el que Kaminari dijera en una entrevista que se encontraba soltero. En realidad, ninguno de los dos dio por finalizada la relación, pero llevaban meses incomunicados y todos esperaban que en algún momento sucediera. La pelivioleta se desconectó de todos los grupos que tenían en las redes sociales y mantuvo conversaciones sólo con su mejor amiga, pues no la podía evitar mientras trabajaba con su esposo. –La convencí de que fuera la madrina de mi pequeña y tendrá que estar para el parto. –Mina saltó sobre ella sonriendo.

–¡Eso es perfecto! Kaminari aceptó por fin la oferta de Bakugo para unirse a nuestra agencia. Éstos últimos años hemos trabajado duro y después de que Katsuki ocupara el primer lugar en el ranking local, estuvimos muy ocupados. La paga es buena y los beneficios laborales están como nunca, quise convencer a Bakugo que aumentara personal, pero dijo que mientras nosotros podamos hacerlos, no quería que algunos extras invadieran su privacidad. –Uraraka acarició la espalda de su amiga compadeciéndose.

–Mina, entiendo cuál es tu punto, pero te pediría por favor que dejaras a Jiro tranquila. –La voz severa de Momo la desilusionó. –Sé que los has emparejado desde que estábamos en la academia, pero eso es tiempo pasado, le ha costado mucho superar toda esa situación.

–¡No hablas en serio Momo! –Intervino la chica invisible. –Jiro aún no ha regresado a los grupos de la academia ni se ha contactado con nosotras, si realmente lo hubiera superado, habría contactado con nosotras. –Mina asentía emocionada.

–Y creo que no necesito hablar por Denki, ya sabes que formó ese dueto deprimente con Tokoyami. –Uraraka asintió recordando las veces que fue arrastrada por su amiga a los bares en los que se presentaban para ver si podía encontrarle algún nuevo interés amoroso. –Ya no lo soporto más, cada vez es peor y lo que más me enfada es la cantidad de mujerzuelas que se le insinúan, ni siquiera voltea a verlas, aunque se pegan como babosas. –Uraraka continuaba asintiendo, pues podía ver claramente en sus recuerdos todos esos momentos incómodos en los que tuvo que agarrar con fuerza a Mina para que no golpeara a las jovencitas.

–Aun así, Mina, ese ya no es asunto de Kyoka, como su amiga deberías ser comprensiva.

Detuvieron su charla un momento, pues recibieron la visita de su antigua tutora, quién venía acompañada del ex héroe Nº1.