"Short stories" • [One-shot SuperCorp]

Cuarto de hotel

⚠️ Advertencia de "smut"⚠️

—Buenas noches—Saluda la señorita de la recepción del hotel.

Es la mejor opción que tenemos para vernos por el momento, quien diría que uno de los hoteles más lujosos de National City es testigo de nuestras reuniones.

—Buenas noches, tengo una reserva en la habitación 203—Le dedico una sonrisa para que no sospeche la prisa que llevo.

—Por supuesto, como siempre.

—Ujumm eh... sí.

—Puede pasar, la esperan.

Le agradezco con un poco de vergüenza para luego dirigirme al elevador, mis manos tiemblan y mi mandíbula le imita. No es que se me haya bajado el azúcar o que tenga frío, sino que ella es muy impaciente, y la verdad no quiero que empiece la reunión antes de mi llegada. Una vez que me bajo del elevador retomo mi posición y vuelvo a ser la misma mujer segura de si misma.

—Allá vamos.

En cuanto entro en la habitación siento como me pegan de golpe a la pared y me toman por el cuello. Seguido de esto recibo un beso en la zona antes dicha, beso que va subiendo con lentitud hasta mi mandíbula y finalmente llega a mis labios.

—Sabes a vino—Susurro.

—Lewis Cabernet.

—Tu favorito... y el mio también si lo pruebo de tus labios.

—Te extrañé—Dice con la voz agitada—Por cierto, ya me estuve preparando, ve a dejar tus cosas sobre el sofá.

Sonrío y la aparto de mi camino para poder seguir sus órdenes, estoy en eso cuando siento sus manos recorren mi abdomen y sacan mi blusa del pantalón.

—Solo dame un momento.

—Bien. No olvides apagar tu celular—Deja un beso rápido en mi mejilla y se va a mirar por el gran ventanal.

Cuando ya estoy lista camino hasta ella para abrazarla por detrás, su trasero choca con mi zona y me es imposible no pegarla un poco más para sentirla.

—Estás igual que yo, se nota en tu respiración—Dice divertida.

Seguido de esto se gira y comienza a desabrochar mi blusa con gran agilidad, ya está acostumbrada a hacerlo. Yo por mi parte no pongo traba y dejo que termine para poder darle un beso en los labios, finalmente puedo disfrutar de ellos sin tener miedo a que alguien nos descubra.

—¿Qué toca hoy?—Pregunto sonriente.

Con un movimiento de cabeza señala hacia la cama, sobre ella hay una strap on listo para ser utilizado.

—Ya es tarde, hay que darnos prisa o de lo contrario nos faltará tiempo—Se ríe—A eso debemos sumarle las horas para dormir.

Así es como finalmente desabrocha mi cinturón, luego el pantalón. Seguido de estos sale la blusa volando por los aires al igual que mi brasier lo cual me causa un poco de gracias. Con un poco de fuerza la pego a mi cuerpo y la beso con desesperación, puedo escuchar sus pequeños gemidos así que pido permiso para que mi lengua pueda jugar con la suya. Mientras ella abre su boca y su lengua pelea con la mía me encargo de llevarla a la cama.

—Quiero que me folles—Pide en mi oído—Como solo tú sabes hacerlo.

Aquellas palabras hacen que algo dentro de mi se altere, por lo tanto quito sus bragas con lentitud para provocarla más, puedo ver que está muy lubricada.

—Ya te dije que me había preparado.

Quiero dejar a un lado el pensamiento de ella tocándose mientras me espera, asi que me voy directamente a lamer su centro. Extrañaba su sabor, sus gemidos, su cuerpo, absolutamente todo de ella. Los días sin probarla fueron eternos.