Yellow

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La melodía y letra de "Yellow" me llevaban envuelta en mis pensamientos mientras observaba el paisaje por la ventana del auto. Me encantaba ir de viaje con mis padres y mi hermanon y conocer lugares nuevos me emocionaba. Pero sin duda mi parte favorita era el trayecto, ver el paisaje escuchando aquellas canciones que me gustaban mientras en mi cabeza inventaba miles de historias.

Esta vez íbamos a National City, papá tenía un gran amigo que le había prestado una casa a las afueras de la ciudad, esta se encontraba a las orillas del mar. Jeremiah era un hombre de la misma edad de mi padre, tenía una hija, Alexandra, ella era dos años mayor que yo, sin embargo nunca logramos ser amigas o llevarnos bien.

Cuando llegamos a nuestro destino ya era un poco tarde, estaba a punto de oscurecer. Bajé del coche mirando todo a mi alrededor, el sitio era maravilloso.

Entré a la casa con una sonrisa de oreja a oreja y me percaté de que el lugar estaba impecable, sorprendentemente limpio y ordenado.

-Papá le habló a Jeremiah sobre tu extraña obsesión con el orden y la limpieza-Habló Lex entrando con sus maletas-Ahora ya sabe que eres rarita-Rio.

-Cierra tu boca-Hablé por lo bajo.

-Hasta que por fin dices una palabra, ya hasta se me había olvidado como era tu voz.

-No la molestes Lex-Mamá llegó a mi rescate.

-Saldré a recorrer el lugar-Avisé.

Ella solo asintió.

Salí de la casa y me dirigí a la orilla del mar, al llegar allí me puse mis auriculares y coloqué aquella canción que ultimamente me tenía maravillada, era la mejor forma de olvidar las palabras de Lex. Con rapidez me quité mis zapatillas y caminé hasta el agua, allí dejé que esta mojara mis pies, sin duda no podía cambiar aquella sensación por nada del mundo, paz y tranquilidad era lo que sentía en ese momento.

Cuando terminó la canción me quité los auriculares y me devolví a la casa muy sonriente y llena de emoción. Al entrar me dispuse a contarles lo que sentí, pero me percaté de que mis padres estaban muy concentrados preparando algo para cenar y Lex jugaba con su consola. Como siempre, me guardé mis sentimientos y me dirigí a una estantería llena de libros, habían muchos así que cuando al fin pude elegir uno lo tomé y caminé hasta el sofá para poder leer.

-¿Por qué no puedes ser normal Lena?–Mi hermano interrumpió mi lectura–Cualquier chica de tu edad estaría haciendo amigos en el pequeño pueblito que hay a unos kilómetros de aquí, no leyendo un aburrido libro, cuando te comportas así me caes mal.

Solo guardé silencio, las palabras de Lex ya no me hacían ni cosquillas...mi hermano era un idiota.

Al caer la noche me fui hasta la habitación que sería mía durante el verano, allí me di un baño y luego me fui a dormir, el día había sido maravilloso para mi.

(...)

Me desperté de un salto porque me pareció haber escuchado a mamá cantar, pero cuando ya había recuperado mis cinco sentidos me percaté de que no era ella, ya que el sonido provenía de afuera.

Siempre fui muy curiosa, más de lo normal, y por esa misma razón fue que me coloqué ropa apropiada y mis zapatillas para salir y ver de quién se trataba. Antes de tomar la perilla de la puerta vi la hora en mi celular, 05:20 A.m.

-Okay, allá vamos-Susurré.

Bajé los escalones con mucho cuidado para que nadie me oyera, cuando llegué hasta la puerta me di cuenta de que tenía que sacar las llaves para poder entrar cuando volviera, pero las llaves las tenían mis padres.

"Short stories" • [One-shot SuperCorp]Where stories live. Discover now