Capítulo 2: Hogwarts

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2.- Hogwarts

El susto del desmayo de Harry ya había pasado en cuanto se encontraban cerca del castillo, Hagrid los saludo y les pregunto rápidamente si estaban bien luego de lo del dementor pues tenia que acompañar a los chicos de primer año.

—¿Te desmayaste, Potter? ¿En serio te desmayaste? —pregunto Malfoy con un tono de falsa burla, un tono que paso desaparecido para todo el mundo a excepción de Harry, el tono burlón de Malfoy era distinto, arrastraba las palabras y separaba parte de sus preguntas cuando se burlaba, cuando le hizo esas preguntas no hizo ninguna de las dos cosas, casi parecía preocupado de verdad, pese a que la parte cuerda de su mente le decía "Ignóralo, no le demuestres que algo de lo que dice importa" el decidió hacer caso a la parte loca de remate que dijo "sonríe como idiota por pensar que está preocupado por ti".

—Lárgate Malfoy—respondió agresivo Ron

—¿Tu también te desmayaste Weasley?—preguntó con ese tono burlón, el verdadero que era tan característico suyo.—¿Tú también te asustaste?—siguió

—¿Ocurre algo?—preguntó el profesor Lupin con una sonrisa amable

Malfoy se enderezó y cambió su tono ante la presencia del nuevo profesor.

—Oh, nada profesor, solo son bromas entre amigos—dijo Malfoy con su estúpida sonrisa perfecta, miró hacia atrás y sonrió otra vez.—Con permiso.—murmuró y caminó hasta Parkinson y Zabini que lo esperaban parados en la puerta con una sonrisa

—¡Es un cínico!—resopló Ron mientras pasaba por las puertas

Los tres amigos entraron al castillo, Harry estaba perdido en su mente mientras pensaba en el tono de voz de Malfoy cuando pregunto sobre su desmayo. Se sentía extrañamente feliz por eso, se sentía bien, era lindo que se preocupara.

¿Otra vez pienso eso?

De repente una voz lo saco de sus pensamientos.

—Potter, Granger, buenas tardes, necesito que vengan conmigo—era la profesora McGonagall, por extraño que pareciese, Harry sentía que estaba en problemas.—No tienen que poner cara de asustados, solo quiero hablar con ustedes en mi despacho. —les dijo—Ve con los demás Weasley.

Ron se quedó quieto en la entrada hasta que sus amigos doblaron por el pasillo sin mirar atrás, suspiró y fue a sentarse decidido a guardarles un lugar a cada uno.

Ya en el despacho hizo una señal a Harry y a Hermione para que se sentaran, ella hizo lo mismo.

—El profesor Lupin envió un búho comunicando tu desmayo en el tren, es bastante preocupante.—antes de que Harry pudiera responder alguien toco suavemente la puerta, Madame Pomfrey entro a la sala con un bolso de mano

—Estoy bien, no necesito nada. —dijo muy seguro

—Ah eres tu...—dijo Madame Pomfrey mientras buscaba heridas físicas por encima de su ropa.—¿En que cosa peligrosa te metiste esta vez? Ni hemos iniciado las clases...

—Fue un dementor, Poppy.

Pomfrey soltó un suspiro mientras cambiaba el fin de su búsqueda por el bolso.—Dementores en un colegio, ¿a quien se le ocurre...?—susurró—no va a ser el primero que se desmaya, son seres... terribles y el efecto que tienen en la gente delicada...

Harry abrió la boca y tomó aire mientras se mostraba ofendido.

—¡Yo no soy delicado!—dijo

—Claro que no—dijo mirandolo con ternura, Hermione pensaba que estaba a punto de agarrar las mejillas de Harry y pregúntale si quería algún dulce o darle dinero a escondidas

—¿Que le prescribe?—pregunto McGonagall—¿Guardar cama? ¿Debería pasar la noche en la enfermería?

—Estoy bien...—murmuró Harry mientras quitaba la mano de Madame Pomfrey de su frente, pensando en que diría Malfoy si lo enviaran a la enfermería

¿Porque pienso en el? ¿Porque me importa lo que piense?

A pesar de sus súplicas, le dijeron a Harry que después de el banquete se quedara en la enfermería para pasar la noche, Pomfrey se llevó a Harry durante una media hora para revisarlo y ver si no había sufrido algún golpe cuando se desmayó.

Llego después de que el último chico fuera seleccionado, fue a Gryffindor, Ron le informó que fue igual de aburrido que siempre, en el momento que Dumbledore terminó de dar su típico discurso la comida apareció, Ron suspiró aliviado al ver pollo cerca de ellos.

Hermione se sirvió ensalada y pastel de papa.
Ron comió pollo y algo de lechuga que la castaña le había obligado a comer. Harry solo había comido el chocolate que le dio el profesor Lupin pero no tenía hambre, solo saco un trozo de pan y lo comió tranquilamente mientras escuchaba a Ron quejarse de que el horario que tenían entre Londres y Escocía era horrible para la salud y a Hermione regañándolo por hablar con la boca llena.

Una vez terminaron su comida Hermione acompañó a Harry a la enfermería,

Cuando la castaña salía de la enfermería pudo distinguir una cabellera rubia entre las sombras pero no le tomo importancia y se fue a su sala común.

Al poco rato de que Hermione haya salido de la vista, el dueño de ese cabello rubio platinado, Draco Malfoy entro en la enfermería a ver a Potter, aunque se convenció de que solo iba para burlarse en silencio, no lo quería ver, ni iba para asegurarse de que este bien, y de que no le pasase nada...

Malditos pensamientos. Se dijo mentalmente

No supo cuánto tiempo estuvo viendo al chico que vivió, pudieron ser tanto cinco minutos como una hora pero pensó que ya era hora de irse. Mientras caminaba se pellizcaba con fuerza el puente de la nariz repitiendo que no se le hacían mariposas en el estómago cada vez que cruzaban miradas y que nunca jamas se le aceleraba el pulso cuando le hablaba, aunque sea solo para insultarlo.

Mientras que a unos metros, Harry por alguna razón de sentía extrañamente feliz, tanto que sin notarlo se encontraba dando vueltas en la camilla hecho bolita mientras abrazaba una almohada con una sonrisa de estúpido.

Cuando se dio cuenta paro en seco, borro su sonrisa y se quedó mirando al techo con dos simples preguntas

¿Porque se sentía así? ¿Era algo raro que lo hiciera?

¿Enemigos? Ja! No por mucho Donde viven las historias. Descúbrelo ahora