¿Enemigos? Ja! No por mucho

Capítulo 6: Salvado

6.- Salvado

Septiembre, octubre, noviembre y diciembre llegaron y se fueron en un pestañeo.

Los gemelos Weasley le entregaron a Harry "El mapa del Merodeador" hacia semanas. Alguien misterioso le regaló una saeta de fuego por navidad, hubo muchas clases y muchos encuentros para estudiar en la sala secreta de Harry y Draco.

También clases particulares con el profesor Lupin para conjurar un Patronus, en el partido contra Hufflepuff, Harry se desmayó y eso hizo que perdieran, Wood no estaba nada contento, de hecho se trato de ahogar en las duchas o al menos eso habían dicho los gemelos. Hubieron muchos entrenamientos de Quidditch.

Pronto iba a ser el penúltimo partido, Gryffindor contra Slytherin, el ganador de ese juego jugaría contra Ravenclaw en la final y si todo salía bien Gryffindor aún tenía oportunidad de ganar.

Harry, por otro lado estaba considerando seriamente (por motivos académicos y sociales) llevar a cabo la táctica de las duchas que Wood casi logró completar.

—Esto no puede empeorar.—dijo Ron—¿como es posible que tengamos cuatro clases con las serpientes? Ya me estoy cansando de tener clases con ellos, primero eso y ahora el demonio de Hermione asesina a Scabbers... ¿Puedo tener peor suerte?

—La historia de tu vida me entristece, Ron.—murmuró Harry distraído

—Por culpa de Malfoy casi matan a Buckbeak, menos mal que su padre cambio de opinión pero es triste que se lo lleven a una reserva...—siguió diciendo su amigo pelirrojo, Harry sonrió ya que sabía que el Slytherin influyó mucho en esa "suerte" —hicieron un escándalo, además ni siquiera fue un gran daño. —Harry se veía muy tentado a decirle lo equivocado que estaba pero si lo hacía su amigos haría muchas preguntas y se delataría.

—Ron, mi hermano del alma, ¿vas a seguir quejándote por cosas que suceden desde septiembre o vamos a terminar este ensayo?—murmuró Harry

Desde que el azabache era amigo de Malfoy siempre iba con él a hacer las tareas, pero ahora que Ron y Hermione no querían saber nada el uno del otro se vio obligado a reducir en gran medida sus encuentros con el Slytherin.

Ron soltó un largo quejido y tomó su pluma una vez más.

•••

Una lluvia torrencial no era el mejor momento para un partido de quidditch pero nadie se iba a quejar. Las gradas estaba totalmente llenas y eso que solo era una semifinal, los colores rojos y dorados de los banderines que animaban a Gryffindor eran casi opacados por los de color verde y plata que animaban a Slytherin a pesar de que la casa de las serpientes tenía solo la mitad de los que tenían los leones. Llevaban solo un par de segundos en la cancha pero ya estaban completamente empapados por la lluvia.

Los equipos de ambas casas se posicionaron con escobas en mano cuando madame Hooch caminó entre ambos equipos.

—¡Flint, Wood, dense la mano!—ordenó, los capitanes avanzaron y se dieron la mano en un fuerte apretón, como si quisieran romperle los dedos al otro.

Malfoy encontró la mirada de Harry y le guiñó el ojo mientras volvía la vista a Hooch

—¡Monten sus escobas!—gritó, en el momento en que todos lo hicieron ella hizo sonar el silbato y ambos equipos se elevaron en el aire

Pasaron quince minutos de partido y la voz de Lee Jordan no paraba de oírse.

—¡Marcus Flint tiene la Quaffle, la lanza y...—gritaba Lee—...es parada por Oliver Wood! ¡Mientras Fred Weasley para una bluger que se dirigía a Katie Bell a gran rapidez! ¡Angelina Johnson lanza la quaffle y anota, son diez puntos a Gryffindor! ¡Al parecer, Harry Potter a visto la snitch dorada por encima de las nubes y va tras ella seguido del buscador de Slytherin, Draco Malfoy! ¡Ya veremos que ocurrirá!