¿Enemigos? Ja! No por mucho

Capítulo 9: Moony y Padfoot

9.- Moony y Padfoot

Cuando llevas siendo perseguido por un perro gigante durante un año, uno pensaría que no te sorprenderías de sobre manera cuando el mismo perro secuestrara a tu mejor amigo.

Quizá habría algo de sorpresa al darte cuenta de que el perro es en realidad tu padrino loco que trata de matarte.

—¡Si quieres matar a Harry tendrás que matarnos a nosotros también!— gritó Ron, su pierna estaba sangrando, sin embargo hizo un inhumano esfuerzo por ponerse frente a Harry,

—No quiero que más sangre inocente sea derramada por culpa de esa rata asquerosa...—murmuró Black, le había robado la varita al pelirrojo hacia unos segundos

Los chicos estaban aliviados cuando oyeron pasos en el piso de arriba, Hermione fue la única que atinó a gritar por ayuda.

—¡Aquí abajo! ¡Ayúdennos! ¡Sirius Black esta aquí!—gritaba hasta que escuchó a alguien bajar. Con el desconcierto del hombre, recogió su varita y temerosa esperó a que no tuviera que utilizarla una vez llegara la ayuda

Lupin bajó las escaleras, vio a los chicos encogidos. Entonces habló, con una voz extraña que temblaba de emoción contenida:

—¿Dónde está, Sirius?

Harry miró a Lupin. Se volvió para mirar de nuevo a Black, cuyo rostro carecía completamente de expresión. Durante unos segundos no se movió. Luego, muy despacio, levantó la mano y señaló a Ron.

—Pero entonces... —murmuró Lupin, mirando tan intensamente a Black que parecía leer sus pensamientos—A menos que... —De repente, los ojos de Lupin se dilataron como si viera algo más allá de Black, algo que no podía ver ninguno de los presentes— ...a menos que fuera él quien... a menos que te transformaras... sin decírmelo...

Muy despacio, sin apartar los hundidos ojos de Lupin, Black asintió con la cabeza.

  Pero no terminó la pregunta, porque lo que vio lo dejó mudo. Lupin bajaba la varita. Un instante después, se acercó a Black, le cogió la mano, tiró de él para incorporarlo y lo besó.

Y Black no hizo nada para evitarlo.

Más bien, parecía encantado de que eso estuviera sucediendo.

  Harry se sintió como si le hubieran agujereado el fondo del estómago.

  —¡NO LO PUEDO CREER! —gritó Hermione.

Lupin soltó a Black y se volvió hacia ella. Hermione se había levantado del suelo y señalaba a Lupin con ojos espantados.

—Usted... usted...

—Hermione...

—¡No le dije a nadie la verdad! —gritó Hermione—. ¡Lo he estado encubriendo!

  —¡Hermione, escúchame, por favor! —exclamó Lupin con desespero—. Puedo explicarlo...

—¿Qué está pasando?—pregunto Harry, tragando forzosamente—Yo... yo confié en usted—murmuró, su voz temblaba, no de temor, si no que de ira, el había confiado en el profesor Lupin durante todo el año, había asistido a sus clases privadas y el le había contado algunas historias de sus padres, no podía comprender como alguien aparentemente tan amable habia estado ayudando al que contribuyó al asesinato de Lily y James hacía doce años