Capítulo Tres: Menos un punto

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Esa tal Yuri observaba al antiguo agente con ojos de cachorrito, esperando a que accediese a su propuesta de quedarse esa noche.

Nara no parecía muy contenta con la situación, claro que no iba a quejarse, no tenía ningún derecho y más después de rechazar al chico.

—Claro —accedió Saeyoung al ver la cara de la morena. Pensó que así ganaba puntos. La joven creería que iba a perderlo y se lanzaría a sus brazos. Ja, qué equivocado estaba.

Nara bufó al escucharlo, no sospechó ni por un segundo de que aquello se tratase de una artimaña para ponerla celosa, sino más bien acrecentaba su miedo a confiar en él, a abrirse, creyendo que en cualquier momento podría coquetear con esa chica desconocida o cualquier otra, sin importarle lo que pudiese sentir. En definitiva, aumentaba las ganas de olvidarlo, de pasar página, porque podría hacerle daño.

'La va a meter en su casa', pensó para sí misma, 'tal vez hasta duerman juntos y... ¡no! ¡deja de pensar en eso! No es asunto tuyo'.

—¡¿En serio?! —exclamó Yuri con entusiasmo, dándole un fuerte abrazo—, ¡muchísimas gracias! ¡eres un cielo! ¡te lo compensaré!

—Woah... —el hacker estaba abrumado por la muestra de afecto de la castaña y se apartó un poco—, no te preocupes, ¡el dios Seven siempre está dispuesto a ayudar! Además, contaré contigo si en el futuro necesito a una cómplice para conseguir Honey Buddhas gratis.

—¡Sabes que siempre estoy dispuesta a ayudarte en tus misiones! —contestó con los ojos como platos, recordando esa época en la que estaba dispuesta a hacer lo que fuera por estar con el pelirrojo. Sí, cómo iba a olvidar lo loquita que estaba por el chico y ahora que lo había vuelto a ver... sentía cierto hormigueo en su estómago, era inevitable.

—¡Esa es mi chica! —las palabras salieron casi de forma automática por sus labios y las mejillas de Yuri se tintaron de rojo. Solo estaba bromeando, aunque se arrepintió al instante al ver como Nara alzaba las cejas, echándole un mirada un tanto matadora. Por mucho que se estuviese conteniendo, sus gestos hablaban por ella.

'Coquetea así con todas', sacó conclusiones.

Saeyoung se aclaró la garganta y trató de rectificar.

—Es decir...

—¿Te ayudamos con las maletas? —se ofreció la morena, cortando al hacker.

—¡Ah! ¡qué amable! ¡muchas gracias! ¿tú eres...? —indagó la castaña con excesiva curiosidad.

Cruzaba los dedos para que no le dijese que eran pareja o algo por el estilo. Esta vez estaba dispuesta a conquistarlo.

—Nara —respondió solo con su nombre, sin darle más pistas.

—Sí —continuó Saeyoung—, somos buenos amig...

—No somos nada, solo conocidos —aclaró la morena antes de que terminase de hablar.

El de gafas sintió un pinchazo en el pecho, ¿que no eran nada? ¿cómo podía decir eso después de todo por lo que habían pasado?

Nara se dedicó a agarrar una de las maletas sin añadir nada más, tomando rumbo al coche. Saeyoung hizo lo propio y Yuri los siguió con el resto del equipaje. Todavía se preguntaba si podía haber algo entre esos dos, ya que parecían estar molestos el uno con el otro solo por aquella aclaración.

Aún así, si fuese de esa forma, tenía claro que no se rendiría, no iba a echarse a un lado solo por tener una contrincante, de hecho eso lo hacía todavía más entretenido.

Metieron todo en el vehículo y Yuri fue directa al asiento de copiloto, colocándose al lado del joven de ojos dorados. El último se rascó la nuca mirando a la morena, se sentía mal debido a aquel gesto de la castaña, que no esperó ni un segundo en ponerse dónde quiso.

No es tan fácilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora