Prohibido (Peter Pan) *FINALIZADA*

capítulo 42

Narra Taliana

- ¿A dónde me llevas? - dije con una pequeña sonrisa, intentaba ocultar mi emoción.

- ¿Por qué siempre haces preguntas? - se burló.

Pan llevaba 15 minutos arrastrándome entre los árboles del bosque, tiraba de mi mano e iba lo va bastante rápido como para que me costará poner un pie delante del otro intentando alcanzarlo.

- ¿Por qué nunca das respuestas? - contraataque.

- si que doy respuestas - contestó con tono ofendido pero sin girarse a mirarme.

- a medias - Pan frenó de golpe y me choqué con su espalda. Se dio la vuelta con el ceño fruncido y una sonrisita que hacía que se le arrugara la nariz de una manera muy adorable.

- no es que de respuestas a medias, es que la gente no sabe hacer preguntas.

- oh, así que no se hacer preguntas, tranquilo me lo apuntaré, a partir de ahora me tendrás que dar toda la información - le di un toque con mi dedo índice en la punta de la nariz obligándolo a cerrar los ojos durante un segundo por la impresión.

Para cuando los volvió a abrir yo ya no estaba delante suya, lo había rodeado y seguía caminando por la dirección en la que íbamos antes de parar. Pan se colocó rápido al lado mia.

- no puedes ir delante, no sabes dónde vamos - se burló de nuevo.

- eso tiene fácil solución, así que dime Peter Pan, ¿A dónde vamos? - otra cosa que había aprendido sobre Peter en el tiempo que llevaba aquí, era la mueca que ponía cuando lo llamaban así, al parecer no le gustaba nada.

- ahora sí que no pienso decírtelo. - dijo indignado.

- por lo menos dime si queda mucho - rogué, de repente Pan se colocó justo enfrente mia mirándome directamente a los ojos. Alzó la mano hasta el nivel de mi pecho e hizo aparecer en ella una cinta de tela verde.

- póntelo en los ojos - dijo tranquilo.

- no voy a ponerme eso en los ojos - rodó los ojos, chasqueó los dedos de la otra mano y la cinta pasó de su mano a alrededor de mi cabeza impidiéndome la visión. - te odio.

- no es verdad - soltó tranquilo, sentí como volvió a coger mi mano y empezó a guiarme. Sentí un repentino desnivel del suelo que hizo que casi me cayera al suelo. - cuidado - soltó Pan.

- un poco tarde no crees - solté directa y borde, odiaba no poder tener el control, odiaba que me taparan los ojos, cuando dije que no me lo iba a poner es porque de verdad que no quería ponérmelo. Me detuve de golpe y solté la mano de Pan - se acabó, me da igual que no hayamos llegado, no pienso dar un paso más con esto puesto - dije tajante.

- bien - escuché, me quedé parada en el sitio, escuchaba como Pan daba pasos por todas partes, y me estaba poniendo muy nerviosa, demasiada confianza había tenido ya con él, y eso que no había hecho mucho para merecérsela.

No podía esperar más, alcé una mano y me quité la venda de los ojos.

- no, no, no, no, no ... - intentó pararme.

Era una pequeña zona con algunos troncos de arboles cortados. Los troncos rodeaban un enorme árbol viejo, sin hojas, con una rama muy gruesa y larga que sobresalía de horizontal, estaba lleno de agujeros y lo que parecían trampillas, parecía muerto.

- ¿me has traído aquí por nuestra primera cita?

- ¿nunca te han dicho que las apariencias engañan?

- bueno, no hay apariencias que engañar. - dije simple.

- ven, vamos - estiró la mano hacia mi, caminé un poco y la agarré. Juntos caminamos hacia el árbol. - este árbol es muy especial para mi - empezó a explicar a medida que nos acercábamos - se llama El Árbol del Hombre Muerto ...

- que alentador - dije sarcástica.

Abrió una de las trampillas y me indico que pasara, no sabia si hacer caso, ahí adentro estaba muy oscuro.

- tranquila, pasaré yo primero si quieres.

- adelante.

Y así los hizo, se tiró por el agujero de la trampilla y lo perdí de vista entre tanta oscuridad. me senté en el borde de la trampilla, respiré hondo y me convencí a mi misma de que no iba a pasar nada si me tiraba por el agujero de una trampilla totalmente oscuro.

- vale - susurré para mi misma, di un pequeño empujón con mis manos y caí por el agujero. Me deslice por un tobogán de madera en forma de espiral lleno de polvo. Vi al final del túnel una pequeña luz. Salí disparada del agujero por la velocidad, de no ser porque Pan me agarró, habría volado hasta la otra punta de la habitación. - creo que la próxima vez iré por las escaleras - dije con el ceño fruncido, creo que me había mareado.

- no hay escaleras, tu padre taponó el acceso a ellas hace mucho tiempo.

- ya - dije apartando me un poco de él, no quería pensar ahora en mi familia, y menos en mis padres, se me venían demasiadas preguntas y hecha a de menos tener un día tranquilo, aunque fuera en Nunca Jamás.

Miré la habitación en la que estábamos. Al parecer era debajo del árbol, un agujero rodeado de las raíces que sobresalían de las paredes. Había troncos pequeños tirados por el suelo, encontré un sombrero de piel de animal muy viejo, también había algún vaso de madera en el suelo. Nadie había bajado allí por lo menos en 30 años, eso estaba claro. Justo al lado de la pared, había un rincón con mantas viejas tiradas encima de un viejo colchón. Me di la vuelta para volver a mirar a Pan con el ceño fruncido, no conseguía entender por qué me había traído aquí.

- no entiendo

- no hace falta que lo entiendas - levantó la mano y la movió de forma horizontal.

Su mano iba soltando el típico humo verde. Éste se extendió por toda la habitación, barrió todo el suelo haciendo que la suciedad desapareciera a medida que pasaba, después, el humo se acumuló en el centro de la habitación, fue subiendo dibujando espirales en el aire. Cuando el humo se fue por fin, dejó a la vista una pequeña mesa de madera, con unos platos de arcilla, unos cubiertos, dos vasos, y una plateado candelabro con tres velas encendidas. Pan volvió a mover la mano, y el aire se llenó de pequeños puntos brillantes que se movían de forma lenta alrededor de nosotros.

Era precioso.

- creo que esto es lo mejor que has hecho con tu magia - dije sonriendo.

- no lo creo - dijo con una pequeña mueca. - ¿Comemos? - dijo señalando la mesa, luego extendió la mano hacia mi. Obviamente la acepté.

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Me alegra que no me hayáis abandonado por tardar tanto tiempo. Espero que estéis tod@s bien y agradezco mucho vuestro apoyo.

Pronto terminaré los exámenes y volveré a publicar con la misma frecuencia que antes.

:)