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Capítulo 8

Cuatro personas solían practicar técnicas únicas de lanza y esgrima para proteger al emperador, pero tuve que admitir que era un acto muy noble, incluso si podía ver sólo un poco.

Mi padre me llevó al campo de entrenamiento cuando pareció darse cuenta de que yo estaba observando las prácticas con atención. Desde entonces venimos a menudo, también les agradaba a los caballeros, así que se mantenían ocupados sonriéndome.

Al principio no sabía cómo marcar la diferencia. Para mí el imperio no tuvo una lucha directa, pero estuvo cerca del enemigo. Como aún no habían revelado su ambición hacia el Reino de Einber, el emperador podía atacarnos en cualquier momento y siempre teníamos que prepararnos para la batalla.

Cuando nací como parte de esta familia, me preocupaba qué hacer aquí, pero estaba pensando en eso.

Ahora, naturalmente acepté el hecho de ser la princesa del imperio. Así como un reino tenía su propia posición, un imperio tenía la suya, pero cada uno trataba de lograr sus propios objetivos.

< Supongo que ahora también soy un miembro imperial. >

Pensé de esa manera al mirar las nubes flotando en el cielo azul.

El tiempo transcurrió volando como si tuviera alas, lamenté que pasara tan rápidamente, sé que es un momento necesario para el crecimiento pero no quería tal pérdida. Aún así, los príncipes, que eran dos años mayores que yo, aprendían esto y aquello leyendo muchos libros. Parecía que estaban tratando de enseñarles correctamente desde el principio, porque eran los pilares que se convertirían en emperadores más tarde.

Cuando estaba con ellos, podía acceder naturalmente a la lectura y escuchar lo que le enseñaban los tutores, pero parece que los gemelos se han equivocado con la idea de no querer dejarlos.

—¿Steana no quiere estar lejos de su hermano ni por un momento?

—Creo que le gusto mucho a nuestra hermana.

Estaban absortos en tocarme las manos y las mejillas regordetas, tanto lo hicieron, que no me concentré en el libro.

La gente pensó que estaba fingiendo copiar a los príncipes y pasar las páginas, como tenía dos años era natural pensar así. Los niños estaban asombrados de que observará la hoja durante mucho tiempo sin aburrirme.

—Es realmente asombrosa, quiere estar a mi lado, tanto así que mira esas cosas que no son divertidas y las aguanta.

—Absolutamente. Mi pequeña hermana es única.

Las dos personas que generalmente se pelean entre sí, a menudo estaban de acuerdo con tal declaración.

Había muchos libros en la biblioteca de los príncipes, sus escritorios siempre estaban llenos, así que los arrastraba hasta mí. Si juego con él con mis manitas, el tutor del príncipe lo abrirá. Lo pongo en frente pero como no podía pensar que lo leería, no lo abrí en la primera página sino que lo extendí por el medio. Cuando lloriquee y juguetee con el libro, los gemelos abrieron el primer capítulo.

—Debes leer el libro desde la primera página.

Los niños fueron de gran utilidad, quiero otros libros, pero cuando miro de cerca, parece que se están concentrando en los que ellos no quieren leer.