Capítulo 22

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Mireel lo observó cara a cara sin sentirse abrumado por su mirada, y el Conde Umbert apretó el puño como si no pudiera resistir su ira.

—Ellos eran los que merecían morir, los prisioneros que perdieron la guerra y fueron capturados por nuestro ejército de Ision, pero el Emperador les salvó la vida y les devolvió su riqueza. El primero en traicionar la fe fue Su Majestad. —Continuó hablando volviendo la vista hacia Mireel—. Si no quieres perderlo todo porque no puedes ganar la guerra, tienes que proveerte de armamento por adelantado. Teníamos derecho a invertir y ganar, que nos pagaran por nuestra victoria. Pudieron robar incluso lo último que tenían.

Él se detuvo por un momento, sin embargo, una vez que derramas tu ira, no puedes calmarte fácilmente.

—Al principio, la Emperatriz empañó las armas de fuego del Emperador, pero después de que ella falleciera, la Princesa cubrió sus ojos nuevamente.

Parecía que continuaría usando tal argumento tanto como lo dejara seguir. Comprendí completamente lo que estaba tratando de decir y entendí que sus palabras eran basura que no valía la pena reconsiderar.

—No tengo que seguir escuchando, ahora dice que es culpa de Su Majestad desobedecer la Orden Imperial, Conde Umbert.

—Sí, mi Alteza la Princesa. Eso es cierto, incluso si dice que no, será una discusión sin sentido.

No negó ni dio excusas, no le tenía miedo a nada, era completamente diferente de los que yacían boca abajo cuando se les preguntó si rompería la orden Imperial.

Cuando lo miré incluso sonrió, como si no fuera difícil verme a los ojos.

—Si es así, supongo que no podré mejorar en el futuro.

—Sí, lo he ayudado con la esperanza de obtener un precio, pero Su Majestad no pagó por ello. He sufrido mucho daño y me estoy recuperando por mí mismo. Incluso si le informa esto, él no dirá nada.

Volvió a sonreír mostrando las encías.

—¿Me estás amenazando?

—¿Por qué amenazaría a la princesa? Su Alteza Real, ¿por qué tiene miedo?

Se echó a reír como si se estuviera divirtiendo.

(Catty: que le des con la silla dice)

—Conde, no hable imprudentemente. Está frente a la Princesa Imperial, le pido que me muestre un poco de respeto. —Mi escolta gritó y Umbert estalló en un bufido.

—Quiero hacer eso, pero sucedió mientras hablaba con demasiada franqueza, por favor, comprenda. —Tenía una expresión amable hacia mi caballero y continuó—: Tengo una alta opinión de su Alteza, creo que podemos comunicarnos bien, escúcheme y sigamos adelante. Esto no habría sucedido si la Princesa no le hubiera pedido primero que prohibiera el funcionamiento del lugar.

Todavía lucía amable culpandome. Mientras tanto, Versaid me miraba sin decir una palabra, sus ojos escrutadores brillaban persistentemente.

—Creo que Su Alteza no habría sabido nada en ese momento cuando era una niña. Sin embargo, existen límites para poder decir que fue porque era joven o no sabía, sería bueno asegurarse de que el Emperador no esté en problemas debido a la princesa. Si ama a su padre, ahora debería poder juzgar esas cosas usted misma.

—¿Es eso así?

—Sí, su majestad todavía puede parecer un héroe que puede hacer todo, pero eso no es cierto, él tiene muchos defectos y posee mucha ambición. No puede quedarse con todo por sí mismo, sólo es posible con súbditos leales.

—Está bien.

Asenti.

—Como era de esperar, es una mujer sabia. Me gustaría decirle una cosa porque pensé que sería útil. Antes de que el Emperador y la Emperatriz se casaran, ella casi se mete en una situación terrible por los malos, pero debió de habérselo dicho a Su Majestad, quien los visitó y estaba en graves problemas —dijo como si estuviera contando algo interesante—. El era muy fuerte en ese momento, pero era difícil tratar con mucha gente solo, y el oponente tenía una sólida experiencia. Su Majestad fue apuñalado y golpeado por decenas de personas, cubrieron el cuerpo caído con una bandera y la gente cabalgaba sobre él. Tuvo suerte de haber sobrevivido ese día, pero pudo haberse evitado desde el principio.

No pude respirar por un momento porque imaginé la escena de la que estaba hablando.

—Actualmente está sufriendo las secuelas de toda su vida. Siempre que venga un dolor insoportable lo resistirá solo, con una sonrisa frente a su Alteza. —Su expresión, diciendo que el emperador estaba sufriendo, parecía bastante feliz—. Tengo una cosa más que decirle. El Emperador tiene tan gran habilidad con la espada que no puede encontrar enemigos, pero no es invencible. Si alguien con ojos agudos se enfrenta a él, podrá detectar y prepararse para los movimientos preliminares peculiares que ve antes de atacar, eso se debe a las secuelas.

Vi al Conde sonriendo y temblé de ira.

Sabía que el emperador tenía ese problema, pero no que se debía a las lesiones pasadas. En mi última vida, recordé que tuve que esconder mi dolor y apretar los dientes para librar la última batalla. Siempre que me ponía ropa, me subía a un caballo y blandía mi espada, tenía que caer en un dolor que me penetraba todo el cuerpo. Fuera cual fuera la tortura que me aplastaba, tenía que luchar por mis hombres. Él habría sentido lo mismo.

Silenciosamente escondí mis sentimientos.

—Bueno, creo que no debí haber dicho eso.

—A veces es mucho mejor no saber, no es por nada que la gente diga que la ignorancia es medicina. Gracias a la negativa de mi padre a hablar de las secuelas, pude sonreír sin ningún malestar, pero ahora que sé la incómoda verdad, no puedo hacerlo tan cómodamente como antes.

Me levanté de mi asiento y el Conde se puso de pie detrás de mí y dijo:

—Solo estamos usando prisioneros de guerra. La gente del Imperio Ision no es tocada, nuestros pobladores disfrutan de cierta seguridad. No tiene que preocuparse por eso.

—Parece que estoy preocupada por eso.

—Su Alteza, la discriminación no es algo malo. Las personas quieren recibir un trato especial, para hacerlo, alguien debe ser discriminado. Es la fuerza impulsadora del desarrollo; hacemos crecer nuestro poder y mejoramos nuestro territorio para no ser discriminados.

(Catty: asco de persona >:v ya denle con la silla)

Fue como basura pero era extrañamente persuasivo, por algo no todos pueden ser los nobles más influyentes.

—Está bien, fue un buen momento.

Me levanté, él junto a Versaid se pusieron de pie y me siguieron en silencio mientras atravesamos el largo pasillo.

—La llevaré al palacio imperial.

Vine aquí en el carruaje del hijo del Conde, no tuvimos más remedio que aceptar la propuesta.

—No tienes que ir conmigo. Solo dame un carruaje y estaré bien.

—Es un placer servirle, Su Alteza Real, espero que no se niegue. Y gracias por su respeto.

Versaid parecía divertirse.



Raw Hunter: HoriTraducción: CattyCorrección: SnyRevisión: Riukiss

LUHDTWhere stories live. Discover now