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Una muy suave risa en forma de canturreo se escapó de sus labios, movió su cabeza de lado a lado con diversión con una filosa sonrisa viendo desde la oscuridad el caos que había formado. Aquellas potencias dándose la espalda unas a las otras, con sus armas en manos y listos para abrir fuego a cualquier movimiento o sonido inadvertido.

Ver esos rostros llenos de desesperación era tan satisfactorio, esa ira desbordándose por cada uno de sus poros le divertía, muchos creerían que es él quien está acorralado, quizá sea así, quizá no.

—Покажи себя, черт побери! [¡Muéstrate, maldita mierda!] —Vociferó el ruso con su arma lista para abrir fuego, viendo atentamente hacia todas partes.

¿Que qué había ocurrido?

Las potencias habían traído algunos aliados humanos con ellos únicamente para que cuiden sus vehículos y evitar que el japonés tomara alguno y escapara, pero, ¡oh! ¡Sorpresa! Japón los había asesinado a todos, el paisaje era una terrorífica y cínica obra de arte, con la rapidez del nipón logró acomodar los cuerpos de los humanos fallecidos para formar una cara feliz ":)".

La sangre estaba en el aire, se podía sentir la tensión, todos estaban tan al pendientes de cualquier movimiento, sus estéticas eran completamente agresivas, y no era de sorprenderse, las potencias más poderosas del mundo se encontraban allí, tan imponentes con sus armas bien cargadas, con la sangre hirviendo de rabia al haber perdido otro de sus aliados importantes.

Estados Unidos.

Ese grito desgarrador era un llamado de auxilio hacia Canadá de parte de su hermano, fue el primero en salir de la cabaña, a pesar de que el ruso iba detrás, perdió completamente su rastro en un abrir y cerrar de ojos, aquél grito seguía haciendo eco en la oscuridad y quietud del bosque, daba escalofríos de tan sólo pensar en las posibilidades que podría hacer Japón con USA.

—Muéstrate. —Ordenó el gigante amable del norte, no siendo tan amable como normalmente lo es, más bien, sonaba furioso, sus ojos encendidos en ira, su sangre hirviendo de rabia, había sido capaz de lastimar a Venezuela y más encima secuestrar a su hermano.

Lo había tomado personal.

Unas pequeñas risitas se escucharon por el lugar, parecía venir desde una dirección en específico como de todas, estaba en todas partes y en ninguna a su vez, era tan confuso, su cabeza comenzaba a dar vueltas, ¿a qué jugaba? ¿Planeaba jugar con sus mentes?

Un disparo resonó en el lugar, Alemania estaba hartándose, él no planeaba seguir jugando.

—Si no sale por su cuenta... —Comenzó a hablar bajando el arma, viendo de reojo a las demás potencias—Lo haremos salir. —El sonido de su arma recargándose cortó el silencio.

Iba en serio.

[ . . . ]

Movió su cabeza de lado a lado recobrando con lentitud la conciencia, sus párpados pesaban pero debía hacer un esfuerzo por reponerse. De repente, el último recuerdo que tuvo lo golpeó como un balde de agua fría. Abrió sus ojos de golpe y levantó la cabeza viendo a todos lados, intentando levantarse, cosa que fue en vano.

Se hallaba amarrado de manos y pies a una silla, luego de echar un rápido vistazo pudo caer en cuenta de varias cosas:

1- No tenía sus armas.

2- No tenía su chaleco antibalas.

3- No sabía dónde estaba.

4- No veía a Venezuela.

5- Tenía hambre.

Aunque la última era totalmente irrelevante en un momento como este, no podía evitar sentirse ansioso al respecto, pero más aún confundido. ¿Qué ocurrió? ¿Dónde están todos? ¿Cómo pudo haber acabado así?

—Veo que ya despertaste.

La voz llamó su atención obligándolo a salir de sus cuestionamientos mentales, distrayéndolo de su ansiedad. Dirigió su mirada hacia donde venía aquella voz, sentía que la conocía, ya la había escuchado antes, pero... ¿Dónde?

Desde la oscuridad vio una figura caminar hacia él, tenía puesto su chaleco antibalas, el cinturón con las balas, las armas, un cuchillo de caza, veía también algunos frascos y una especie de bombas caseras, podría decir que son de algún tipo de humo, pero no estaba seguro, era totalmente impredecible todo teniendo en cuenta de quién se trataba.

No, no era Japón, mucho menos Venezuela, entonces...

—Tú... ¿Por qué mierda estás aquí? —Preguntó el americano viéndolo con una mezcla de odio y asco.

Le hacía hervir la sangre ver esa burlesca sonrisa impregnada en su rostro, quería borrársela a golpes.

—Verás, es una... Linda historia. —Respondió entre pequeñas risitas juguetonas—Oh, pero tú sabes mejor que nadie sobre lindas historias, ¿no es así, Estados Unidos de América? —Arqueó una ceja ladeando su cabeza.

Cada vez afirmaba más el hecho de que había perdido la cabeza por completo, era un lunático, debía encontrar la forma de salir de allí lo antes posible y buscar a Venezuela, no podía seguir estando ahí más tiempo.

De un momento a otro, sintió un peso en su regazo. Abrió los ojos lo más que pudo al notar que se sentó a horcajadas encima de él, iba a abrir la boca para quejarse pero se vio obligado a callarse al sentir el frío metálico del cuchillo en su cuello, sentía como su piel era lentamente cortada hasta tener una pequeña herida superficial, no se iba la presión de tener el cuchillo allí.

—Bien... ¡Hablemos un rato!

◇◆◇

miau

¿Qué tal están todos? ¿Bie- ¡P-PERO! ¡¡BAJEN LAS ARMAS!! ˚‧º·(˚ ˃̣̣̥⌓˂̣̣̥ )‧º·˚

Prometo volver, esta vez sí, ¡lo prometo! (ू˃̣̣̣̣̣̣︿˂̣̣̣̣̣̣ ू)

Bueeeeno, ¿a quién quieren ver en el próximo capítulo? ¡Los leo!

Bye-Bye! ★

EDIT: WATTPAD SOS UNA MIERDA DÉJAME PUBLICAR

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⏰ Last updated: Jan 15, 2022 ⏰

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¡No soy su jeva! »VeneWhere stories live. Discover now