Its Just A Game

#9. Rascacielos.

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#9. Rascacielos

| Mason |

Ya estábamos en la camioneta Volkswagen de Dylan, con bicicletas en el techo y skates en la parte del fondo de la misma, faltaba 30 minutos de viaje. Íbamos Dylan, manejando, Cameron, Jason, Peter, Nash, Marcus, Chris y yo. Solo contando chistes, cuando de pronto Cam dice otra cosa que no fue chiste.

-Entonces fuimos al bar y Mason se emborrachó tanto que usó el baño de chicas para follarse a la pelirroja, la chica salió del baño casi renqueando, Mason casi la traspasa en el pequeño cubículo –todos rieron excepto yo, no sabía que eso había pasado-.

-Espera ¿Qué? –Pregunté confundido y sorprendido-.

-Sí, Mason, cuando tú saliste, te subiste a una de las mesas del bar en solo boxers y apuntaste a la chica gritando “¡Ella! ¡Es una diosa!” y… la chica salió corriendo avergonzada.

-¡Oh dios! 

Nunca. NUNCA, había tenido relaciones sin que alguno se pusiera protección y de seguro estaba tan ebrio que no me importó. Dejé de preocuparme y me puse los audífonos ignorándolos a ellos, después de cuatro canciones excelentes dieron en la estación de radio ¿Are you gonna be my girl? Una de mis canciones favoritas. 

-¡Prendan la radio! –Exclamé quitando mis audífonos-. ¡Rápido!

Dylan la prendió y sintonizó la estación que le dije, lo bueno era que estaba empezando, todos la amaban, era una canción de rock excelente.

-¡You look so fine, and I really wanna make you mine! –Gritamos todos-. Are you gonna be my girl? 

Hasta que terminó no paramos de cantar, nadie aquí cantaba bien, talvez solo Cameron, pero no era de exagerar, casi rompemos las ventanas.

Seguimos escuchando esa estación de radio, y luego de unas 15 canciones y 3 veces comerciales rodeamos la calle solitaria en donde estaba el Rascacielos, el único edificio de la zona, estacionó enfrente y vimos dos autos al costado izquierdo del edificio, ambos sin personas dentro, empolvados pero no viejos, se notaba que no habían estado ahí mucho tiempo -talvez un día o dos- y que no se tardarían en ir. 

Subimos por las escaleras exteriores oxidadas, no eran cansadas por más alto que fuera subirlo todo por escaleras, pero si lo fue para Peter, Marcus, Jason y Nash, quienes llevabas sus Free Style cargadas, yo solo llevé mi skate, Dylan llevó su equipo de música que se cargaba en el auto y se conectaba a un teléfono para que sonara la música, y eso hizo, cuando terminamos de subir, puso su móvil y puso una canción muy buena. 

Sin pensarlo agarré mi skate y lo tiré al suelo, corrí y me subí en él, era un poco peligroso patinar aquí, ya que si te caías sería la muerte segura. Me impulsé fuertemente y pasé al lado de Nash haciendo trucos en su bici naranja con gris, hice un salto en el borde del rascacielos y me salió bien, no me caí, seguí patinando y los chicos también. Hoy no habíamos arrancado viaje a la hora que dijimos, sino una hora después porque la mitad no estaban listos. Me detuve y me senté me mi patineta, saqué de la mochila que había traído, dos tacos Chalupa de Taco Bell y me los comí rápido, tenía hambre, el sol empezaba a esconderse y sin otra cosa que mirar vi hacia arriba, las nubes color rosa pálido, el cielo celeste y naranja y el sol anaranjado potente. Agarré mi skate y salté de nuevo como lo hice hace unos minutos, pero esta vez lo hice mal.

No me caí por 28 pisos, pero mi skate sí salió volando, rodé por el suelo al caerme y me levanté y me asomé por donde había salido volando.

-¡¡Mierda!! –Grité y los chicos me miraron-.