No olviden votar si les gusta el capítulo :'D
#4. -¿Qué tal si jugamos a algo?
-¡Papá voy a salir! –Exclamé agarrando las llaves de la casa-.
-¿A dónde y con quién?
-Al… Central Park, con Jackson –mentí-.
-Me dijiste que está enfermo.
-Se está recuperando, me dijo que lo viera porque mañana no irá a clases –agarré mi bolso y las metí ahí-.
-Bien, te cuidas –me besó la frente y salí-.
No tenía auto, y el central park no quedaba tan cerca así que tomé el metro. Llegué en cinco minutos. Me dirigí al lugar de ayer y esperé.
Pasaron 15 minutos y me levanté para irme porque él no llegaba pero me agarró del brazo.
-Espera, ya llegué.
-¿Y ahora qué?
-¿A dónde quieres ir? –Levantó una ceja-.
-No sé… A sentarme –dije obvia-.
Nos sentamos en una banca manteniendo distancia y él puso su skate en el suelo.
-Entonces te llamas Taylor, lindo nombre.
-Sí… oye, ¿para qué querías que viniera? No tengo mucho tiempo.
-Para hablar, ya sabes, conocernos.
Recordé lo que dijo Zoe.
-¿Conocernos? ¿Qué tal si jugamos a algo? –Lo miré-.
-Estoy de acuerdo… -sonrió pervertido y se acercó a mí, lo alejé con mi mano-.
-No hablo de eso idiota… -rodé los ojos-. Hablo de un juego real, una serie de… pruebas, claro si quieres conocerme.
-¿Cómo funciona el juego? –Frunció el ceño-.
-Una pregunta, una prueba hecha, una respuesta…
-¿Qué tipo de pruebas?
-No lo sé, lo pensaré.
-¿Cuándo empezamos?
-El viernes, después de clases. ¿A qué hora sales?
-Yo… Em… -se rascó la nuca-.
-No va a al instituto –intervino un chico con el cabello alborotado y un skate en su mano izquierda-.
-¡Hey, Cameron! ¡Qué bueno que viniste! –Sonrió falsamente y con sarcasmo-.
-¿No lo sabías? –Me preguntó a mí-.
-Taylor él es Cameron, Cameron ella es Taylor.
-Hola –lo saludé-.
-Mucho gusto Taylor –agarró mi mano y la besó-.
-¿Cómo que no vas a clases? –Pregunté con curiosidad soltando mi mano-.
-No… a él y a mí… nos suspendieron por un mes –respondió-.
-¿Por qué no me sorprende? –Pregunté para mí misma-. ¿Qué hicieron?
-¿Qué no hicimos? –Rió Cameron-.
Mason le golpeó el brazo.
-Ouch –se quejó-. Sonamos la alarma de incendios dos veces… -se puso a pensar-. A sí, y pusimos leche cortada en la silla del director, cuando se sentó explotó y su oficina quedó con mal olor por 3 días.
YOU ARE READING
Its Just A Game
Teen FictionMason Collins, un chico problemático, mujeriego, popular y guapo de 19 años de edad. Lo suspendieron de su último año en el instituto con tan solo dos meses de haber entrado, junto con su mejor amigo Cameron Dallas, por activar la alarma de incendio...