✦Trigésimo séptimo✦

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-¡Uno, dos y... tres! 

Con un gruñido gutural, Suga hizo un ultimo esfuerzo por tirar de la gran y pesada bolsa de plástico hasta terminar los últimos escalones que la llevaron a la cima de uno de los extremos del imponente castillo que conformaba Night Raven College. 

-Bien... lo logre. -Suspiro dejándose caer, teniendo cuidado de no ensuciar la bonita férula color coral que le había sido prestada. Luego del incidente de ayer en el mar de coral había sido arrastrada a Heartslabyul tras haberse negado rotundamente a ir a la enfermería. Su negativa carente de una buena explicación confundió y desencadeno una pequeña discusión entre ella y Ace, pero eso no evito que se saliera con la suya al final.

-Es una lesión menor. -Trey le había dicho, colocando una generosa cantidad de hielo sobre la muñeca inflamada tras entender la situación. -Pero solo por si acaso te prestare la férula del dormitorio, en caso de que duela usa hielo y ve directamente con Crewel-sensei, ¿si?

Por supuesto que no iría donde Crewel-sensei... no estaba lista aún.

Suspiró pero esta vez soplando hacía arriba, levantando el cabello que había comenzado a pegársele en la frente con el sudor. Definitivamente no había sido de sus mejores ideas arrastrar con una sola mano una gran bolsa de basura -repleta principalmente de las cartas de Octavinelle y la basura acumulada que no quemo mientras estuvo en Savanaclaw-, pero prefirió eso a tener que seguir aguantando la tensión que la golpeaba cuando quedaba a solas con Jack. Con su mano sana intento bloquear los franjas anaranjadas de sol que habían empezado a brillar con mayor intensidad ahora que estaba cayendo la noche. No era su primera vez subiendo a ese sitio, pero aquí y ahora, sin la compañía de su ruidoso monstruo y teniendo la luz del crepúsculo lamiéndole la piel se sintió en paz. 

Dejo de pensar en Crewel, Jack, la férula en mano, y todas las cosas que habían sucedido en esa alocada semana. Le ofreció a su mente y alma la oportunidad de relajarse y disfrutar del frondoso bosque que se levantaba un poco más allá de su propio dormitorio.

-Es tan hermoso... 

-No habría podido describirlo mejor. -La voz que respondió a la suya de la nada casi la mata del susto... literalmente. Sonó tan cerca de su rostro que su cuerpo tuvo una reacción inmediata: saltar como un minino asustado sin importarle estar al borde de unas larguísimas escaleras. Por suerte, el extraño impidió su cruel destino de una forma muy... dramática. -Eso fue peligroso... ¿te encuentras bien, mon chéri?

Sentía como si flotara en el aire, estando a escasos centímetros espalda al suelo con tan solo una de sus piernas tocando la superficie de concreto y la otra suspendida con elegancia sobre la cabellera clara del joven que había convertido su casi caída en un algún extraño tipo de refinado vals. Supo por la piel humectada, los labios brillantes, el peinado impecable y el bonito delineado en los ojos del desconocido que está sería su primera experiencia con un senpai de Pomefiore. Sintió su cerebro sacudirse cuando de un suave tirón y par de gráciles vueltas volvió a su posición original, aturdida.

-Mon Dieu! ¡¿Dónde están mis modales?! ¿No te has hecho ningún daño verdad, mon chéri?

Suga simplemente niega con la cabeza, sin siquiera molestarse en cerrar la boca de lo estupefacta que estaba. 

-Très bien! -No entendió ni una sola palabra de lo que decía pero a juzgar por su tonó vivaz supuso que no era nada malo. Los agudos ojos de Rook habían estado sobre Suga desde hace un buen rato. No de forma intencional, dio con ella de casualidad mientras acechaba a uno de los tantos exóticos muchachos de Savanaclaw que habían tenido la desgracia de cruzarse con él mientras cumplía uno que otro mandado de su prefecto. Le divirtió observar desde la distancia a la joven y pequeña muchacha luchar contra una bolsa de basura haciendo un sinnúmero de muecas cuento menos curiosas. Y una cosa llevo a la otra y así fue como terminó entablando una unilateral conversación con ella. Rook hizo un movimiento suave para alcanzar su sombrero que, en algún momento de la "caída", se perdió gracias al viento. El detalle de la enorme pluma blanca llamo la atención de Suga pero prefirió no decir nada. -Avez-vous besoin d'aide avec cette chérie?

Piece Of My WorldWhere stories live. Discover now