Mi molesto vecino | KageHina [EDITANDO]

🌙 19

¿Realmente alguna vez te odié?

— ¡Andale, Natsu, prestame una de tus ligas!

— ¡Sólo una! La ultima vez la perdiste — Le dio una color negro, Shoyo la tomó y la guardó en el bolsillo de su short.

— ¡Gracias!

Bajó las escaleras, se despidió de su mamá y se encaminó al parque. La hora había llegado para que saliera con los amigos de Kageyama. Estaba emocionado por jugar de nuevo con ellos, pero por otra parte, sentía un revoltijo en su estómago al tener que ver de frente al pelinegro, ya con sus sentimientos aclarados.

El cielo estaba nublado, habían pronosticado lluvia hasta la noche, por lo cual iban a tener tiempo para llegar a sus casas.

Shoyo traía su mochila, no llevaba su balón, tenía dos botellas de agua, sólo por si acaso. Le había avisado a Kenma que saldría, y este le dijo que no lo cambiara por otro cara de estreñido.

Al llegar al parque empezó a buscar con la mirada a los demás. Le habían dicho que estarían donde siempre, así que se dirigió hacia allá. Mientras más se acercaba, empezó a divisarlos. Al parecer ya estaban todos ahí.

— ¡Ahí está, Hinata! ¡Hola, Hinata! — Hoshiumi levantó su brazo para que se acercara, Shoyo hizo caso y cuando estaba cerca, el peliblanco le sonrió. — Es bueno verte de nuevo.

— ¡Digo lo mismo! — También le sonrió.

— Enano, no creas que te vas a llevar todo el crédito por saltar alto — Oikawa le saludó con una media sonrisa, Iwa estaba de su lado y le hizo el mismo gesto.

— ¡Así que eres Hinata! Mucho gusto en conocerte — Un chico de cabello rojo le ofreció la mano, era alto más alto que los demás. — Soy Tendou.

— Un gusto también — Le tomó la mano, Tendou las movió energéticamente y después las soltó. Dirigió su vista a otro que estaba ahí, tenía una expresión seria y su rostro se mostraba neutral ante cualquier cosa.

— ¡Ushijima, ven aquí! — Tendou le pasó el brazo por sus hombros y se acercaron a Shoyo. — Este de aquí es Ushijima, es algo serio pero es buena gente — Le pellizcó una mejilla en forma de broma, este soltó un resoplido y miró a Shoyo.

— Eres muy bajo.

Shoyo lo miró indignado, iba abrir la boca para defenderse pero una mano se posó en su hombro derecho, haciendo que volteara para ver quien fue que lo interrumpió en continuar su habladuría.