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Jungkook estacionó el auto en las afueras de la corporación de Sehun, soltando un largo suspiro lleno de resignación, Hoseok descansaba en la parte trasera del vehículo, y él solo intentaba repasar las mil y un razones que le dio Sodam para conven...

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Jungkook estacionó el auto en las afueras de la corporación de Sehun, soltando un largo suspiro lleno de resignación, Hoseok descansaba en la parte trasera del vehículo, y él solo intentaba repasar las mil y un razones que le dio Sodam para convencerlo de ir, diciéndole que ya habían estado ahí, que no había pasado absolutamente nada malo y que con una máquina mucho más grande, podría observar con mayor detalle el creciendo del pequeño bebé, que ya estaría cumpliendo sus cinco semanas en el vientre del minino.

-A ver, nene, ponte la capucha y vamos ¿Si? Te revisan y de regreso a casa te compro leche con chocolate ¿Te parece? -Hoseok asintió emocionado, colocándose el sombrero de la capucha, tal como le indicó Jungkook y tomando su mano, saliendo del auto para tocar la gran puerta principal del lugar, siendo abierta prácticamente al instante por Sodam, mostrándoles una gran sonrisa de bienvenida.

-Me alegra mucho que al final hayan decidido venir. Jungkook, Hoseok, adelante.

Jungkook se tragó un "Como si hubiéramos tenido otra opción", sin embargo no lo dijo, dejando que sea Hoseok quien pase primero y después que Sodam se encargue de cerrar la gran y oxidada puerta. Muy al contrario de las veces anteriores, ahora no eran ni las seis de la tarde y ya estaban en tal sitio, así que Hoseok y Taehyung no debieron sorprenderse al observar tanto niño-gato caminando por todas las instalaciones del lugar, desde por el corredor principal hasta sus habitaciones, todas con las puertas abiertas, e incluso Sodam les iba informando que los pequeños tenían un patio enorme con gras artificial donde pasaban sus horas, leyendo, conversando o simplemente jugando entre ellos.

Niños de todos tamaños, muchos se quedaron segundos observando a Jungkook, siendo él y el personal del lugar los únicos que no contaban con orejitas y colas largas, cortas, anilladas, bicolores, wow, había definitivamente variedad de pequeños.

- ¡Hola! -Jungkook y Hoseok se detuvieron cuando justo frente a sus ojos se paró un niño, un poco más pequeño que Hoseok, pero sus ojos se veían diferentes, no sabía porque, Jungkook no encontraba el mismo rastro de inocencia que en su pequeño, era como una especie de Yoongi, aunque tenía el cabello casi del mismo color que Hoseok. - ¡Me llamo Seokjin! -Meneó sus dos grandes y esponjosas orejas. Se veían bien, el niño era considerablemente adorable, o eso creyó Jungkook, hasta que sintió como los pequeños brazos de su bebé rodearon su cuerpo, escuchando un sonido diferente a cualquiera que hubiera oído de Hoseok antes. - Uh, uhm. -Seokjin retrocedió unos pasos, hasta que llegó Sodam y al verla, automáticamente se escondió detrás de la señora, sacando su cabeza e inclinando sus orejas, manteniendo su mirada fija en Hoseok.

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