2

162 8 7
                                    

Sus ojos rojos me deslumbran en el momento justo en el que de un solo empujón me tira al piso y se coloca sobre mí, dirige su puño a mí mandíbula mientras mantengo la postura

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Sus ojos rojos me deslumbran en el momento justo en el que de un solo empujón me tira al piso y se coloca sobre mí, dirige su puño a mí mandíbula mientras mantengo la postura.

Me muevo un poco solo para clavar mis dientes en la suave piel de su cuello, ella gruñe y veo algo extraño de reojo ¿Tiene una peluca? Estiro su cabello sin dudarlo solo para ver qué su cabello natural es rojo y se posa como cortinas entre ambos.

Nuestras respiraciones se entrelazan y me mira con odio, dirige su mano seductora hacia lo bajo de mi abdomen llegando a la cinturilla de mi prenda de vestir, por tanta distracción olvido que estamos peleando lo cual aprovecha para volver a hundir sus garras en mí.

— ¡Agh! —exclamo sintiendo su mano cruzar cada capa delgada de mi cuerpo de repente ella palidece y saca rápidamente su mano de allí, se levanta con una expresión de asombro.

De repente se aleja de manera drástica, toca la herida en su cuello y exclama:

—Tienes sangre real ¡Maldita sea, eres descendiente de Lycaon! —grita mientras yo observo el morado de su cuello; solo los lycans originales podríamos hacer eso— ¡Traicionaste a tu raza!

—No, joder que ignorante eres. —refuto viendo cómo cierra la puerta claro como si no estuviésemos en un lugar donde todos tenemos los instintos súper desarrollados— cállate, solo cállate. —respondo acercándome a paso lento—.

—Nos traicionas...

— ¡No lo hice maldita sea, no hice nada malo nuestros antepasados han hecho cosas peores y es tu estúpida sangre la que quiere matarte! —exploté sin pensar en mis palabras.

Mierda.

— ¿Qué?

— ¿Qué? —ya metí la pata así que al menos lo hago bien—, mira querida Reina Alfa no sé qué tipo de crianza mundana y bonita haz tenido pero los lycans realmente no vivimos así, es tu propia familia tu propia sangre la que quiere matarte en la vida la única persona leal es uno mismo MADURA POR FAVOR

» ¿Qué piensas? Que por la sangre la fidelidad y lealtad perdura pues no, si una persona que odias te hace daño no te importa pero si lo hace bien debería protegerte si duela ¡Y te va a doler! Si sigues siendo así de ilusa pensando que la familia no puede traicionarte, deberías saber lo que es la puta realidad.

—También viví cosas horribles, soy un lycan sin entrenamiento sabes cómo dolió ser principiante y que él único hombre que pensaba amar me traicionó ¿Piensas que no es suficiente?

—Al menos ese hombre era un lycan—volteé los ojos y quedé a centímetros de ella.

»No es de mí de quien debes cuidarte tengo superiores que me mandaron a matarte porque solo alguien de sangre real puede hacerlo, soy más antiguo que tú imagínate las mil cosas que pude hacer con tu cuerpo si así lo quisiera pero no eres digna de torturar, tienes agallas: Calipso ¡Úsalas!

Sangre Maldita © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora