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La luz que se asomaba en las ventanas llegaba hacia mi rostro dejándome solo un poco sin visión. Sentía el calor en una parte de mi rostro donde el sol reposaba, talle mis ojos con los dedos tratando de acostumbrarme a la iluminación de la sala.

Cuando volví a abrir los ojos mire a Made, quién estaba a mi lado sentada en una silla alta comiendo algunas frutas mientras su pierna lastimada colgaba a su lado derecho. Solo me miró y sonrió con la boca llena alzando un poco su cabeza, la saludé con una pequeña sonrisa y camine hasta ella. Le acaricie un poco la espalda agradeciéndole nuevamente por cuidarme durante este tiempo.

Después de aquel despertar que tuve con Jimin decidimos dormir un rato por los cansados que quedamos, pero al despertarme su cuerpo no estaba a mi lado y decidí levantarme y me encontré con la linda compañía de Made. Camine hasta el pequeño refrigerador que había en la habitación y tome algunas fresas que estaban en un recipiente pequeño, recordando que horas antes tuve un incidente por culpa de ellas.

Mis ojos se fijaron en la crema batida a una esquina del refrigerador y también la tomé. Me senté al lado de Made dejando todo en la mesa que estaba frente a nosotras.



- Desearía quedarme a vivir aquí para siempre... Mmm esto está bueno - hablo made con la boca llena.



- Ya parece que vivimos aquí - señalé nuestros alimentos y sonreímos.



- Hay de todo lo que yo necesito. Comida, una buena ducha y cama cómoda. Además, las frutas son deliciosas - sonrió y se llevó unas a la boca.



- ¿Cuántas ya comiste? - le pregunté mientras le echaba crema batida a mi fresa.



- ¿Frutas o todo en general? - alce las cejas ante su pregunta - Porque no sé cuántas he comido realmente... Creo que dos - con atrevimiento tomó la fresa que tenía en mis manos.



- ¡Oye dame eso! - intenté quitárselo pero se lo llevó a la boca - ¡Estúpida!- la empuje.



- ¡En el refrigerador hay muchas más! relájate.



La miré mal y tomé otra fresa para llevarla hasta mi boca y disfrutar el agradable sabor de esa combinación. Mastique un poco más antes de que Made intentara tomar otras de mis fresas, así que como precaución escondía el pequeño recipiente con las fresas detrás de mi cuerpo.



- Oye, dijiste que había más, así que ves y buscalas - bufé - ¡Toma las tuyas y déjame en paz! - chille y me aleje un poco. 



Las dos seguíamos forcejeando y riendo mientras tratábamos de comer fresa. Tome la crema batida y la arroje hacia ella sin saber realmente donde le iba a caer. Pero solté una carcajada cuando me di cuenta que su cabello y parte de su rostro estaba lleno de esta. Iba a levantarme y salir de ahí hasta que sentí como unos pasos se escucharon cerca.



- No seas egoístas, tienes muchas - hablo Made.



- Basta o te pego - la amenace.



Sonreí al ver como levantaba las cejas y me miraba de una forma retadora, se acercó a mí con la intención de quitarme la fresa que tenía en mis dedos, tomo la crema batida echándome esta vez ella a mí.



- ¡No Madeleine, no seas estúpida!



Como último recurso para evitar que me ensuciara más le tiré la fresa en el ojo y salí corriendo con la intención de ir a la sala.



- Ven aquí hija de tu madre - río.



- Atrapé si puedes - me burlé.


Comencé a fingir que corría super rápido esperando que ella me atrapará, Made venía detrás de mí luchando por alcanzarme pero cojeando en el proceso. Mire hacia atrás riendo por verla agitada y tirando maldiciones por no poder caminar más rápido debido a su pierna lástima, pero cuando decidí volver mi vista hacia adelante mi pie chocó contra la cama provocando que cayera al suelo, mi codo impactó contra este y la palma de mi otra mano me impulsó hasta quedar acostada boca arriba en el piso.



EL VUELO [ 18+]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora