⋅⊱𝟸𝟺⊰⋅

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En aquellos momento los reyes de Daegu se dirigían al pueblo, iban a decirle a todos que el próximo heredero de Daegu estaba en camino.

El castaño posaba sus manos sobre su vientre, aun no podía creer que estuviese esperando un pequeño cachorro.

Kai mordía su labio inferior, como si estuviera nervioso o ansioso por algo, pero en realidad no lo estaba, solo sentía como si algo anduviera mal.

— ¿Sucede algo, Kai? — cuestiona el azulado al notar a su omega tan distraído.

El castaño simplemente niega con la cabeza y voltea, evitando la mirada de su alfa. El azulado no convencido por la respuesta de su omega decide dejarle en paz.

Llegaron al pueblo y un guardia les anuncio, abriéndoles la puerta y ambos salen la gente estaba levemente amontonada, pero dejándoles un espacio para que pasaran.

El castaño caminaba detrás de su alfa, hasta que sintió como alguien chocaba con él aquella persona cayó al piso, pero Kai pudo mantener su equilibrio. Un joven con capucha celeste sobaba su espalda.

— Oh, lo siento no ví por donde iba — se disculpó el castaño, pues iba distraído viendo a su alrededor.

El joven se levanta y agacha la mirada, apenado y sin dejar que Kai vea su rostro y gracias a la capucha que traía lo lograba.

— P-Perdóneme usted a m-mí, es que iba con prisa — la voz del chico era algo grave.

Kai simplemente vio como este hacia una rápida reverencia y se iba corriendo. Aquello le pareció extraño al castaño, pero la voz de su alfa lo saca de sus pensamientos.

— ¡Kai! ¿Estás bien? Note como ese chico choco contigo — el alfa reviso a su omega, mirándolo que no tuviera nada.

— Si, estoy bien — Kai calmo a su preocupado alfa.

Al final ambos caminaron juntos hasta donde la mayoría de la gente estaba. Allí estaban todos, esperando a que sus reyes dijeran alguna palabra.

— ¡¡Hoy he venido aquí para darle una gran noticia a Daegu!! — grito Soobin, haciendo que todos callaran — ¡¡Recientemente mi omega y yo nos enteramos de que Daegu ya tiene a su próximo heredero, mi omega está en estado!! — grito Soobin.

Los gritos de alegría empezaron a  resonar por el lugar y los reyes sonrieron el alfa se posó detrás de su omega y enlazo sus manos sobre el vientre del castaño, apoyando la barbilla en el hombro del menor. Muchos veían enternecidos la escena mientras otros seguían festejando.

Una semana paso desde que el pueblo se enteró que pronto tendrían a su próximo heredero, aquella mañana Soobin despertó y noto una cabellera rubia a su lado

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Una semana paso desde que el pueblo se enteró que pronto tendrían a su próximo heredero, aquella mañana Soobin despertó y noto una cabellera rubia a su lado.

El azulado rápidamente se levantó y observo que no era nadie más que Kai, este tenía el cabello entre rubio y platinado.

— Kai... — susurro sorprendido el alfa.

El omega despertó y lo primero que vio fue a su alfa viéndolo con sorpresa el omega confundido se sentó en la cama y observo somnoliento a su alfa.

— ¿Por qué me miras tanto? — cuestiono el menor.

— Tu cabello — dijo el alfa.

Kai frunció el ceño ante las palabras del mayor y simplemente pensó que tal vez estaba un poco despeinado. El omega se dirigió al baño donde había un espejo y cuando se miró simplemente dio un pequeño grito.

El omega se miró un poco más y simplemente recordó como a su primo le había cambiado el cabello a negro durante su embarazo, por lo que suponía debía ser eso.

Cuando el ahora rubio salió del baño, noto que su alfa ya no estaba el omega se encogió de hombros y decidió ir al jardín del castillo, en aquel lugar siempre sentía paz y estaba tranquilo.

Kai llego y se dispuso a caminar entre las flores que decoraban el lugar los árboles y junto al pequeño lago que estaba un poco cerca. El omega decidió sentarse en una banca y apreciar un poco el paisaje, pero cuando se sentó escucho un ruido extraño.

Kai se puso alerta e inmediatamente cubrió su vientre de cualquier amenaza. Ruidos de pasos corriendo se escucharon y repentinamente el omega se encontró rodeado por guardias aquellos no eran guardias de Daegu tenían una armadura con diferente diseño.

— ¿¡Es usted el rey de Daegu!? — grito uno de esos extraños guardias.

— S-si... — tartamudeo en un susurro al rubio.

— ¡Entréguenos al príncipe perdido! — exigió el que parecía ser el líder.

Kai frunció el ceño, ellos no tenían a ningún príncipe encerrado en el castillo y mucho menos en el pueblo. Uno de los guardias saco su espada y apunto al cuello del omega, Kai se alteró.

Un débil gemido se escapó de sus labios al sentirse amenazado y empezó a soltar lágrimas. Kai acababa de llamar a su alfa.

— N-no tenemos a n-ningún príncipe — sollozo el rubio.

— ¡La última vez fue visto en Daegu! — grito el mismo hombre.

El guardia levanto un poco su espada, tomando impulso para lastimar y asesinar al omega. Kai cerró los ojos asustado, pero el sonido de metales chocando fue lo que se escuchó.

Al abrir los ojos vio que Soobin estaba frente a él, el azulado con una espada en sus manos y deteniendo la espada del contrario. Los otros guardias al notar los ojos rojos del alfa decidieron escapar.

— ¡Vayan tras ellos! — el capitán de la guardia de Daegu dio la orden.

Todos los guardias de Daegu empezaron a seguir a aquellos intrusos Soobin quería ir y matar a aquel que se había atrevido a amenazar a su omega, pero por ahora su prioridad era reconfortar a Kai.

— ¡Kai! ¿¡Estas bien!? — cuestiona con demasiada preocupación.

— S-Si... — dice aun con miedo.

Jamás había estado tan cerca de la muerte. El alfa posa una mano en el vientre del omega y este solo cierra los ojos y suelta un suspiro.

— N-no me hizo daño — el rubio se empezó a tranquilizar.

— S-Sentí tu llamado solo sentía que estabas en problemas y vine aquí — comento el azulado — Me asuste al ver como ese hombre estaba a punto de matarte.

Soobin abrazo al omega posando su nariz en el cuello de este, inhalando el dulce aroma. Su lobo aún se sentía alterado y asustado por su omega y aquello le ayudaba a darse cuenta de que Kai aún estaba allí con él.

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•| My Prince |• © SOOKAI •Où les histoires vivent. Découvrez maintenant