06. Abrazos

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A pesar de lo que muchos pudieran pensar de él, ChanYeol era un chico muy sociable, le gustaba salir mucho y siempre era a distintos lugares. No era de esos que se quedaban en sus casas viendo series o películas, que evitaban salir o que ponían excusas para no aceptar la invitación de alguien cuando le ofrecían ir a algún lugar.

Esta vez había invitado a su hermana, ya que esta trabajaba bastante, no tenía tantos amigos porque pasaba mucho tiempo libre con su familia, y al verla tan solitaria decidió sacarla un poco de su zona de confort.

De paso, intentaría hacer que se fijara en uno de sus amigos que estaba soltero y le parecía buena opción para cuñado.

—InSeong, esta es mi hermana YeJin… —dijo cuando se encontraron con su amigo—. YeJin, él es InSeong, un muy buen amigo.

—Es un placer —dijo ella sonriendo amable.

—Igualmente —respondió el castaño más alto—. Es raro que ChanYeol me invitara solo a mí, yo no soy tan bueno en los bolos… Bueno, no soy bueno en ello —admitió divertido.

—Lo mismo digo, tampoco es que salgamos mucho juntos, me sorprendió mucho —comentó de la misma forma.

"Eso es, muerdan el cebo" pensó ChanYeol.

—¿Vamos? Hoy tengo muchas ganas de jugar —comentó el pelirrojo, y comenzaron a caminar hacia la entrada de ese edificio con el nombre del lugar en el que solo se jugaban bolos.

El juego se le daba realmente bien a ChanYeol, es por eso que muchas veces elegía jugar a ese juego para ganar apuestas y sacarle dinero a sus amigos. Esta vez solo vino a divertirse y a conseguirle una vida más sociable a su hermana, por lo que no jugaría competitivamente.

Extrañamente ese día no habían tantas personas, y eso que había abierto hace unas cinco horas.

—Wow, eres sorprendente, InSeong —dijo ChanYeol a su amigo—. Jamás vi a alguien fallar tantas veces, eres increíble.

—Tú porque ya sabes, es la tercera vez que hago esto y es justamente porque se me da mal —intentó defenderse el castaño.

—Bueno, al menos no eres tan bruto como ese chico —comentó su hermana apuntando a unos metros en otra línea, haciendo que ambos voltearan a ver en su dirección.

Justo en esa línea, un rubio tiraba las bolas de forma bastante continua; se notaba que lo hacía con fuerza, sin cuidado, sin importarle mucho si tiraba los pinos o no, era como si se estuviera desahogando, y eso les resultó extraño a todos.

—Ah, pero si es mi querido arcoíris… —comentó ChanYeol por lo bajo, sarcástico.

BaekHyun era la persona a la que estaban observando, y esta vez, como era costumbre, más de tres colores muy llamativos estaban puestos sobre él; una chamarra púrpura, una camiseta amarilla con el dibujo de un pájaro colorido en medio, pantalones blancos con líneas rojas y zapatillas de color verde fosforescente.

Él por su parte, estaba con un jean negro y una chamarra del mismo color, con unas zapatillas de color negro y blanco que le habían dado en el lugar.

—¿Qué loco viene solo y juega de esa forma? —preguntó InSeong—. ¿Y esa ropa?

—Es imposible no notarlo —comentó su hermana—. ¿No creen que luce molesto? pobres pinos…

ChanYeol no comentó nada porque, efectivamente, el rubio parecía molesto y parecía que no quería que nadie se le acercara porque le lanzaría una bola en la cabeza. Aunque, era como si hubiera algo más es aquella mirada fruncida, cosa que llamó la atención del pelirojo.

Opuestos | ChanBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora