010. Bueno, sí

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Habían pasado dos días desde que tuvo ese extraño almuerzo con el pelirrojo, el cual no quería admitir que se había tratado de un secuestro, porque lo llevó como si fuera un costal de papas durante varias calles. 

¿Cómo podía tener tanta fuerza y resistencia para eso? 

El se hubiera rendido a los cuatro pasos. 

Luego de besarse en la hamburguesería, el pelirrojo lo acompañó hasta la estación de trenes, mientras hablaban de algunas cosas triviales, y antes de que tomara el tren se pusieron a discutir qué era mejor; si la pizza o las hamburguesas. 

—Entonces, ¿Qué era eso importante que tenías que contarme? —preguntó KyungSoo sentándose a su lado—. ¿Te fue bien en la cita? 

—No, volvieron a dejarme plantado —respondió encogiéndose de hombros, y bajó la mirada—. Voy a dejar de intentarlo, no más citas, no voy a seguir buscando. 

—¿Y eso? Ay, mi vida, ¿Te hicieron sentir tan mal? —preguntó preocupado, llevando una mano a su cabello para acariciarlo con cariño—. No les des importancia, ellos se lo pierden... Aunque si quieres puedes darme sus Instagram y los buscaré, los haré pagar y sufrir tanto que- 

—No es necesario, pero gracias —le cortó riendo divertido por sus palabras—. En parte es porque creo que no era la mejor forma de buscar a alguien de interés romántico, y la otra es porque... Encontré a alguien. 

Bajó la mirada avergonzado, y abrazó la almohada del sofá con fuerza, esperando escuchar la lluvia de preguntas de su mejor amigo, que no tardó en llegar. 

—¿Encontraste? ¿A quién? ¿Cuándo? ¿Te gusta? —preguntó sosteniendo sus hombros, moviéndolo de un lado a otro—. ¡Respóndeme algo! 

—¡Déjame responder entonces! 

—Bueno, pero no me grites, me haces daño —dijo llevando una mano a su pecho. 

—Es... ChanYeol —dijo, y esperó la reacción de su amigo. 

KyungSoo se quedó unos segundos analizando su respuesta, y llevó una mano a su sien. 

—¿Ese que conociste en una tienda de videojuegos, te insultó y amenazó con golpearte porque no le dabas un videojuego? —preguntó, intentando recordar aquello con atención. 

—Sí, ese mismo. 

—¿El que te tiró helado en la camiseta y te insulta cada que te ve? 

—Sí... 

—¿El que te usó para que el agua puerca no lo mojara y fue a tu trabajo a molestarte, te manoseó en uno de los vestidores y te salió a correr con intensiones de golpearte porque le arruinaste una cita difamándolo? 

—Ehh... Sí, sí, eso fue lo que pasó —respondió un tanto apenado al escuchar esa no muy romántica forma de conocerse. 

—¿Ese que en el cine te dijo cosas horrible y casi hace que lo golpeé? 

—¡Sí, es ese! —dijo, y le dio un pequeño golpe en el hombro—. Si lo dices de esa forma no suena tan bien, pero no es tan malo como parece, en serio... 

—Era obvio que yo le molestaba porque creía que era tu novio, le gustas seguro, ¿Acaso también te gusta? —preguntó curioso. 

—Es lindo, en el sentido de, como persona, ¿Si me entiendes? —preguntó cohibido—. Él solo se burla de mi vestimenta porque no es como la suya, pero no me define solo por eso, es difícil explicarlo porque es bastante bruto con las palabras, pero es considerado y me dijo cosas muy lindas... Es divertido, y cuando estoy con él no tengo que fingir en lo absoluto, puedo ser yo sin preocupaciones. 

Opuestos | ChanBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora