Opuestos | ChanBaek

08. Está bien, lo admito

Estos últimos tres días habían sido un poco desesperantes para ChanYeol, porque ese sentimiento de culpa y ganas de hablarle al rubio por telegram estaban todo el tiempo presentes. 

¿Por qué le daba tanta importancia a los sentimientos de ese rubio extraño al que a penas conocía? 

—Porque eres gay y te gusta —escuchó decir a su hermana. 

ChanYeol se levantó del sofá y la miró con el ceño fruncido. 

—¡No soy joto y no me gusta! 

Su hermana lo miró con una expresión de confusión y le mostró su pequeña cartera. 

—Te pregunté si quieres algo del mercado ya que voy para allá, ¿De qué demonios estás hablando? 

ChanYeol parpadeó un par de veces y comenzó a bufar cansado de toda esta situación, y tomó su teléfono para finalmente enviarle un mensaje al rubio a través de su Telegram, el cual SeHun le había pasado amablemente. 

—Simplemente le pediré disculpas y ya... —murmuró para sí mismo mientras le escribía el mensaje. 

"Oye, eso que dije estuvo mal, perdoname o iré a molestarte a tu trabajo" 

Eso sonaba muy correcto para él. 

No era necesario que le aclarara que se trataba de él, ya que tenía su cara en la foto de perfil. Esperó algunos minutos con la mirada fija en el teléfono, revisando si las notificaciones que llegaban eran una respuesta, pero pasaron quince minutos y esta no llegaba. 

—¿Por qué tarda tanto? No tiene que pensarlo demasiado. 

Otra notificación llegó, y esta sí era una respuesta del rubio, pero no era lo que él esperaba. 

"Muérete, te odio", era lo que decía el mensaje. 

—Pero-...¿Acaso me bloqueó? —preguntó muy ofendido—. ¡¿Por qué demonios eres tan complicado?! 

Lanzó el teléfono al otro sofá, y este rebotó haciendo que cayera al piso y un crujido se escuchara, asustando al pelirrojo el cual corrió a revisar si no se había roto. 

—Ay, no... ¡Joder, me cago en ti, BaekHyun! —gritó irritado, y caminó hacia la salida de su casa—. Mi pantalla... 

—¡Ya cállate! —escuchó a uno de sus vecinos gritarle. 

—¡No quiero, viejo verde, vaya a dormir su siesta! —le respondió mientras se colocaba los zapatos. 

Ahora debía de ir a comprar otro vidrio protector para su pantalla. 

Si se ponía a pensar en eso que siempre rondaba por su cabeza, estaba esa pregunta que le hizo SeHun el otro día y él dudó un poco antes de responder, y no fue exactamente una verdad verdad. 

"Si no te gusta, ¿Entonces por qué parecías celoso?" 

Él no estaba celoso, simplemente le molestaba el hecho de que ya se haya encontrado novio cuando no pasó mucho de que haya llorado en SU hombro porque lo rechazaban, luego lo había besado, y ese pelinegro actuaba como si le quisiera sacar en cara que estaba con el rubio, y esa pregunta de "¿Estás celoso?", como si estuviera resfregándole un premio el cual perdió.

—Eso son celos —dijo el chico frente a él. 

—¡Bueno está bien, sí estaba celoso, ¿Contento?! —le respondió al chico con el ceño fruncido. 

—Yo solo le dije que puedo colocar el vidrio sin costo alguno... —le dijo el chico que tenía el nuevo vidrio para su pantalla en la mano—. ¿Se siente bien?