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Habiendo pasado por lo menos un mes desde la muerte de Estela, la boda de Taehyung y Suni aún no había podido realizarse.
Las aguas no estaban tranquilas en cuanto a Taehyung enojado y Suni deprimida, pero estaban mejorando día a día.

O eso creían.


—¿Otra vez hablando sobre Estela?—Cuestionó Jin.—Por el amor de nuestro creador, déjenla descansar Jimin y Taehyung.

—Si no vas a ayudarnos a investigar mejor no estorbes SeokJin.—Dijo Taehyung molesto.

Los tres estaban en su despacho de la casa.

—Jin, ella era nuestra amiga, el culpable debe pagar.—Comentó Jimin.

—Jimin tú sabes que no estas de acuerdo con Taehyung pero siempre terminas estando de su lado aunque esté equivocado, la amistad verdadera se trata también de hacerle ver sus errores—Dijo Jin.

—La amistad verdadera es estar con Taehyung y apoyarlo en todo.—Contestó Jimin.

—Jimin siempre ha estado allí para mí, ¿Y tu Jin? Hoseok nos traicionó y tú solo sirves para quejarte y llevarnos la contraria, entiende, que no estés de acuerdo con nosotros no te hace mejor o más inteligente.—Habló Taehyung.

—No seas hipócrita Taehyung, yo siempre he estado para ti y he utilizado mis poderes para que obtengas todo aquello que tú mismo perdiste—Dijo Jin picandole él pecho con fuerza.—Mejor admite que tienes miedo, todo esto no es por Estela, sabias muy bien lo que pasaría si Estela fallecía, sabes bien que todo los efectos que hizo con sus poderes van a desaparecer en cuestión de semanas y entonces Suni va a recordar lo que Estela le borró y sólo así, será tu final.

—Jin, largate.—Dijo Taehyung.

—Sabes que tengo la razón Kim Taehyung.

—¡Largate maldita sea!.—Gritó Taehyung sumamente intimidante.

Jin solos lo miró con seriedad, soltó un suspiro y se largó del lugar.

...

Durante la hora de la comida, Jin y Taehyung no se dirijieron ni siquiera la palabra y Suni pudo notar el incómodo silencio, estaban sentados en la enorme mesa del comedor degustando un pollo asado con puré de papa.
Suni iba a decir algo para romper el hielo, pero alguien había llamado a la puerta y recordando que ya no tenían empleados domésticos y que recientemente había fallecido la ama de llaves, Suni tuvo que pararse de la mesa, pero Taehyung la detuvo tomándola del brazo y la miró.

—No te molestes, iré yo, es mejor que estar aquí.—Dijo y le tiró una mirada llena de odio a Jin, seguido de eso dejó su servilleta en la mesa y se levantó del lugar.

Suni no quiso quedarse, así que acompañó a la puerta a Taehyung y en el camino quería preguntar lo que estaba pasando con Jin, pero Taehyung simplemente la ignoro hasta que llegaron a la puerta y él se dedico a abrirla.

Lo que vieron tras de ella, los dejó impactados, pero más a Taehyung.

—¿Jeon?, ¿Qué haces aquí?—Cuestionó Taehyung.

—No vine solo—Dijo y a su lado entró un hombre desconocido que lucia un traje caro y un portafolio.—Te presento al señor Richard, mi mejor  abogado, el mejor de Seúl de hecho.

—No entiendo.—Dijo Taehyung.—¿Qué hacen en mi casa?.

Jeon carcajeo por debajo.

—Creo que si lo entiendes, esta ya no es tu casa Taehyung, ahora es mía—Dijo.

Y Taehyung sintió como su mundo se venía por completo encima.
El abogado sacó unos papeles y se los mostró a Taehyung.

—Todos sus bienes, ahora son míos Kim Taehyung.—Dijo Jeon con una sonrisa.—He comprado también tú empresa por completo.

𝑯𝑶𝑹𝑵𝑺- Jungkook. (+18) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora