DIES IRAE ━━ bucky barnes ✓

━━ xi

Ayer, Daiyu no pasó ni un milisegundo preocupada por sus dolores de cabeza. Ni siquiera sintió la llegada de uno, pero había estado tan preocupada por los pensamientos de Bucky y de ese pobre chico cuya vida logró arruinar que no había tenido la oportunidad de apreciar, o incluso notar, su libertad.

Ahora los dolores de cabeza han vuelto, y el corazón de Daiyu no ha dejado de temblar en su pecho ni por un momento. Todo su cuerpo está agitado por escalofríos que intenta ocultar desesperadamente, mareada por la ansiedad mientras intenta mantenerse bajo control.

Ya ha hecho suficiente daño a la gente durante toda su vida.

Hace todo el trabajo que puede durante todas las horas que puede, pero sólo puede mantenerse firme durante un tiempo. Finalmente, va a buscar a Bucky a la habitación con el teléfono principal. Cuando no lo encuentra allí, comienza a recorrer un pasillo al azar en el primer piso, pensando que ni siquiera está segura de lo que él podría hacer por ella. Él tiene sus propios problemas, y no es que pueda arreglar los de ella.

Sus palabras del otro día resuenan en su mente. "Actúas como si me conocieras. Como si confiaras en mí."

Es una pregunta válida - ¿por qué Daiyu cree que la mera visión de Bucky va a arreglar algo para ella?

Daiyu se las arregla para encontrarlo junto a la piscina cubierta, sentado en una de las tumbonas de plástico y mirando el césped a través de los cristales de la ventana al otro lado del agua.

Bucky tarda un momento en registrar su presencia, pero cuando lo hace, se estremece, casi como si ella lo hubiera sacado de un trance. Le echa una mirada y se levanta a trompicones de la silla, ignorando la rigidez de sus miembros. -¿Qué te ha pasado?

- ¡No me ha pasado nada! -insiste ella, pero cuando siente las manos de Bucky sobre sus brazos (éstos están firmes y los primeros temblando), ve sus ojos muy abiertos por el pánico, se da cuenta de que debe parecer que la ha atropellado un autobús. -Sólo quería venir a saludar. Estoy bien.

- Parece que te vas a desmayar- Daiyu, tienes los labios morados.

Ella frunce el ceño. - Ew.

- ¿No lo sientes? Daiyu, vamos, ¿qué pasa?

- Y...

Bueno, tal vez ella debería decirle antes de que se caiga y muera. Bucky no parece del tipo que quiere estar solo para siempre.

- Sigo teniendo estos dolores de cabeza, y... envían estos... estos ataques sónicos involuntarios. -Incluso mientras habla, puede sentir que se está adormeciendo. Es la primera vez que está de pie en todo el día, y ahora se da cuenta de que debería haber pensado en eso antes de arrastrarse hasta aquí. -Traté de mantenerlos bajo control, porque yo... Casi le hago daño a Linda el otro día.

-¡Deberías habérmelo dicho! -Bucky balbucea, soltándola. - Recuerdo mucho más que tú, Daiyu, ¡podría haberte ayudado! No puedes reprimir tu poder así, te matarás. Deja de intentar aguantarte y vamos a por agua.

Durante un segundo, ella se queda mirando sin comprender.

- Vamos - le insta él, poniéndole una mano en la espalda y haciéndola avanzar. - Vamos a la máquina expendedora. Y bébete toda la botella.

Unos minutos más tarde, están sentados en la sala de estar, con Daiyu todavía intentando recuperarse de haberse bebido una botella de agua entera en menos de un minuto. Tal vez no debería haberla bebido tan rápido, pero no es su culpa que Bucky estuviera mirando su alma todo el tiempo. El sentimiento evoca una sensación de... pánico.

-¿Cómo sabías que eso lo arreglaría?- pregunta cuando sus pulmones tienen por fin suficiente aire para hablar. Con dificultad, se limpia unas gotas de agua de los labios.

- No puedo controlar lo que vuelve a mí y lo que no - dice Bucky con rotundidad. -Esa ha sido la única información útil en mi cabeza todo este tiempo.

- Gracias.

- De nada.

Se sientan en silencio durante unos momentos antes de que Bucky hable de nuevo. - ¿Qué te hizo buscarme?

Tener la pregunta en el fondo de su mente y tenerla planteada directamente son dos cosas muy diferentes. Antes, era divertido. Ahora, es casi ominoso. - No lo sé. Es... ...se sintió como...

- Instinto - termina Bucky, y Daiyu no está seguro de cómo supo que esa era la palabra que ella buscaba, pero ahora está aún más inquieta.

- ¿Qué somos?

Él parpadea, volviéndose hacia ella alarmado. -¿Qué?

Daiyu no está segura de lo que ha provocado su reacción, pero intenta explicarlo. - ¿Cómo qué... se supone que somos? ¿Compañeros en el crimen...? - Se le acaban los ejemplos rápidamente, pero Bucky parece entenderlo.

-Supervivientes - dice solemnemente. -Estamos hechos para sobrevivir a todo. Así que eso es lo que haremos.

-¿Bucky? -El ceño de Daiyu se arruga. -¿Qué pasa? ¿De dónde vino esta charla del día del juicio final de repente?

- Dai, ¿qué pasa si Hydra nos recaptura? ¿Y nosotros perdemos?

- Simplemente... No sé, matarlos a todos - se encoge de hombros. -No puede ser difícil.

Parece que no se lo cree. - Pero ellos saben cómo controlar su poder. Tienen rifles de asalto, pistolas aturdidoras, supresores...

- Entonces le robaremos un fósforo a Linda y les prenderemos fuego a todos. Siempre hay una manera, Bucky. Siempre. - Ese extraño instinto en ella se apodera de nuevo, y extiende su mano sobre la de Bucky, casi asustada por lo cálido que es en comparación con ella. - No sé si estás teniendo pesadillas sobre ellos llevándonos de vuelta - dice lentamente. Y luego se ríe. - Pero si las tienes, Bucky, creo que necesitas volver a centrar ese ego tuyo, porque la última vez que lo comprobé, no eras ningún profeta.

Se ríe. Se ríe de verdad, y le aprieta la mano. - Supongo que tienes razón.

- ¿Qué quieres decir con 'supongo'? Estoy en lo cierto.