(1) "Eres mía, Sheena"

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Maldigo mentalmente por las locuras de mi pobre amiga. — Si tuviera que elegir entre Christian Grey y Massimo Torricelli, me quedo con el guapo que hace sexo duro con la protagonista — río debido a su indecisión para con esos personajes. — En verdad que no te entiendo. Ayer querías más a Massimo porque viste su película por decima vez. — empiezo a negar y me levanto del sofá. 


— Quiero ir a una fiesta, ¿Vienes conmigo? — pregunta siguiéndome el paso hacia la cocina. — No creo que sea lo adecuado — en verdad amo las fiestas pero no me siento con las ganas de ir a una justo el día de hoy. — Venga, ¿Piensas dejar a tu amiga sola? y si... — interrumpo el discurso que esta apunto de darme para que la acompañe. 


— Bien, ahora por favor cállate — comento con educación. — Eres fuego pero aun no te has derretido — murmura soltando una carcajada. 


*** 


Horas después estamos echándole un último vistazo a nuestro atuendo. — Me gusta tu vestido — susurra con el ceño fruncido — y a mi el tuyo. ¿Cambiamos? — pregunto a lo que responde con una sonrisa. 


Me deshago de mi vestido y se lo entrego a lo que ella hace lo mismo. Ahora mi vestido es negro pegado a la cintura mientras que la parte del escote es ancha con mangas demasiado estiradas, es elegante y a la vez sensual.


Miro a mi amiga que ya está preparada. Odio el maquillaje por lo cual decido arreglar un poco mi cabello rojo. — ¿Así está bien? — pregunta intentando cerrar el cierre del vestido. Ella lleva puesto un vestido color marrón con escote en forma de V muy abierto, solo cubre la parte de sus pechos hasta llegar a su cintura que está adornada con un cinturón que lleva el vestido incrustado para hacer más pequeña la cintura. — Estas preciosa — alago cerrando lo que queda del cierre. 


— Gracias, tu no te quedas atrás. Pareces un diablo sacado del cielo. — Ella y sus frases inmemorables. Sonrío.  


 Colocamos brillo labial en nuestros labios y tomamos los bolsos para luego salir de la casa. La Ranger Rover estacionada fuera es una gloria. — Pienso devolverle esta Ranger a mi padre. Odio que me regale cosas solo para conservar mi amor — entro en el asiento de piloto mientras que mi amiga entra en el otro lado. — Regálamela — contesta con obviedad. 


El camino a la discoteca transcurre entre risas y bromas, a parte de las menciones de Leah sobre su novio y lo bien que la pasa cuando se acuestan. — ¿Para cuando el novio, Diabla? — sus apodos hacia mi persona cada vez son más raros. — Para el domingo — comento sarcásticamente. — Hoy es domingo — alza una ceja con interrogatorio. Dejo de reír al ver que se lo ha tomado muy en serio. 


Estaciono el auto evitando sus preguntas en el resto del camino. — ¡Hemos llegado! — chilla haciendo que suelte una carcajada. — Si Rubia, lo sé — bajo del auto cerrando todo con llave. 


Cruzamos la calle y esquivo a las personas que están en la fila. — Señorita Sheena — saluda el guardia pero un saludo de mi parte no recibe sino que empujo a mi amiga hacia el interior de la discoteca escuchando a los de la fila quejarse. — ¡Jódanse! — grita Leah como si fuera la dueña de todo. 

SHEENA +18 (COMPLETA) ✔️Where stories live. Discover now