(2) "Bienvenido, Señor Leroux".

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Una mano empieza a moverme con fuerza. — Despierta, pelirroja — la voz de Leah retumba en mi oído. — ¿Cómo entraste a mi casa? — pregunto aun con los ojos cerrados.


— No estamos en tu casa — susurra. Abro los ojos de repente y una fuerte punzada se instala en mi cabeza. La habitación es rojo vino con solo 2 muebles y la cama. Miro a mi amiga que me mira con las cejas levantadas y las mueve en forma divertida. — ¿Qué me ves? — pregunto.



— Estas desnuda, lo que quiere decir que perdiste la virginidad. — llevo las manos a mis pechos afirmando lo que ha dicho. Estoy desnuda en una cama desconocida y no me acuerdo de nada —Eso es mentira — me levanto envolviendo la sábana en mi cuerpo, recojo mi vestido del suelo y empiezo a colocármelo rápidamente, frunzo el ceño al no encontrar mis bragas.



— Tienes una nota — murmura. Me volteo al terminar de subir mi vestido, lleva una pequeña hoja entre sus manos. Me acerco a ella para revisarla.



M


Una M es lo único que pone en la mierda de nota — debemos irnos antes de que tu padre venga a revisar la discoteca — mis ojos se abren de golpe ¿Discoteca? — Mierda — tomo mis tacones en la mano y me apresuro a abrir la puerta. Bajo las escaleras con ella siguiéndome el paso.


— Señorita Sheena — saluda uno de los guardias de la discoteca. Asiento y cruzo la puerta con rapidez. Diviso mi auto a unos cuantos metros, corro a el debido a que estoy descalza, subo y enciendo el motor. Leah sube del lado de copiloto — Te dejaré en tu casa — comento antes de acelerar.



Pasan unos minutos cuando estoy frente a la casa de ella y su novio. — Hablamos luego — asiente en forma de despedida. — recuerda tomar la pastilla anticonceptiva — esta vez a que asiente soy yo.


Arranco con dirección a mi casa.


¿Qué he hecho? Sheena la virgen ya no es virgen. Mi virginidad la tuve que perder con un desconocido que ni siquiera me acuerdo de quien es, maldita sea. Las punzadas en mi cabeza vuelven, achino los ojos cuando empiezo a divisar mi casa. Estaciono el auto en la entrada y salgo de el.


Entro en la casa intentando no chocar con nada. Las náuseas viajan a mi sistema y corro a uno de los baños más cercanos. Me arrodillo ante el inodoro y devuelvo todo lo que había consumido anoche. — Mala idea haber bebido demasiado. — susurro bajando la cadena.


Me paro frente al espejo y me veo reflejada en el. Mi cara no esta tan desfigurada pero mi cuello se llevo la peor parte, esta lleno de chupones por todo el, color morados y medios rosados — pero ¿Qué hice anoche? — mis ojos se abren como platos.


Salgo del baño en dirección a mi habitación, subo las escaleras con paso lento. En algún lugar de la casa perdí mis tacones. Llego a la habitación y empiezo a retirar mi ropa, necesito una ducha urgentemente.


Entro en el baño y mis ojos vuelven a abrirse. Mi abdomen también tiene marcas moradas y ni hablar de mis piernas, tienen manos marcadas por todo el muslo. — Joder — chillo. Nunca pensé que llegaría a tanto estando borracha. Mi cintura no pasa desapercibida, no tiene marcas pero si líneas color rojizas.


Ignoro todo lo que he visto y me entro en la ducha. El agua caliente cae por mi cabello hasta llegar a mi espalda. Intento masajear mi cuerpo pero el dolor de cuerpo no me deja, me duele hasta la vagina cosa que no veo mal porque si tengo un montón de chupones, marcas y manos en mi cuerpo mi vagina debe estar destrozada.


Salgo de la ducha con una toalla envolviendo mi cuerpo. Salgo y entro al armario a buscar alguna ropa. Hoy es el día de entregarle la mierda de regalo que me dio mi padre para conservar su amor por mi. Elijo un pantalón negro con una blusa negra media transparente y una chaqueta color negra grisease. Saco unas bragas de encaje y las coloco en mi cuerpo, luego la ropa.


SHEENA +18 (COMPLETA) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora