[#3] The Maze Runner: Caught In The Fire (Newt y Tú) Prueba de Fuego

Capítulo 2

-¡_______, despierta! 

  Minho me tenía sujetada de los hombros y me sacudía frenéticamente de atrás a adelante. 

-Ya desperté… – Le recrimino media somnolienta; él no se detiene. - ¡Ya desperté! ¡Ya desperté! ¿Cuál es tu maldito problema?

-Ellos son el problema. – Dice señalando a las ventanas.

  Al llevar la vista hasta la pared contraria noto el revuelo que hay en la habitación; los Habitantes corren de aquí a allí observando horrorizados a los hombres y mujeres que están detrás de las ventanas, protegidas con gruesos barrotes. La mayoría tiene los ojos rojos, está lastimada, tienen cortes por toda la cara y están cubiertos de sangre. Me pongo de pie, y me acerco algo hasta la abertura más cercana.

-¡Somos Cranks! ¡Mátenme! ¡Mátennos! 

  Eran las únicas frases que se entendían, acompañadas de gritos y gruñidos. Sin dudas querían entrar, y esperaba más que nada que todas las ventanas y puertas estuvieran aseguradas.

-¡_______! – Newt me toma de un brazo y gira mi cuerpo para enfrentarlo. – No te acerques demasiado…

-¿Qué es todo esto, Newt? 

-¿Recuerdas que ayer te hablamos de CRUEL y la supuesta catástrofe que había acabado con el mundo? – Asentí. – Creo que ellos tienen esa Shuck enfermedad o lo que sea.

  Volvemos junto a Minho, que ha levantado a Thomas.

-¿Dónde está Newt? – Pregunta el morocho dándonos la espalda.

-Aquí mismo. – Responde él. El chico gira y mira confundido.

-¿Qué está ocurriendo?

-Aparentemente, un grupo de chiflados quiere desayunarnos. Tenemos que salir de aquí y organizar una Asamblea. Este ruido me está matando.

  Agruparon a todos los Habitantes, y nos reunimos en torno a la puerta verde que llevaba a la sala común.  Newt giró el picaporte, pero la puerta no cedió.

-Está cerrada. – Anunció.

-No me digas, genio. – Dijo Minho con sarcasmo. – Con razón te llamaron Isaac Newton, por tu capacidad para deducir las cosas.

  El rubio ignoró las palabras del asiático, pues ya se había acostumbrado al tipo de comentarios que solía hacer.

-Encuentren algo con lo que abrir esta estúpida puerta. – Tras unos segundos, Rick, un chico bajito, le pasó un extintor que había quitado de una de las paredes.

  Newt sujetó fuertemente el objeto en sus manos, para descargar un golpe en la cerradura. Al tercero, cayó destruida al suelo.

  La madera verde se entreabrió dejando paso a una oscuridad absoluta. 

-Espera. – Saltó Sartén. – Quizás la puerta permanecía cerrada por algún motivo. Tomémonos un minuto para pensar.

-El tiempo de reflexionar se acabó. – Dijo Minho impacientemente, dándole una patada a la puerta para abrirla del todo. – Además, deberías haber hablado antes de que destrozáramos la cerradura. Ahora es demasiado tarde.

-Detesto cuando tienes razón. – Se quejó Sartén por lo bajo. 

  Esa mancha negra no parecía normal, era como si no hubiera nada del otro lado, y la luz que entraba desde las ventanas repletas de “Cranks” no revelaba ningún objeto. 

-Shuck. – Maldijo Minho. – Yo voy primero.

-Te sigo. – Dije adelantándome.

  Al entrar mis ojos nunca se acostumbraron a la oscuridad; todo se veía igual. Un olor nauseabundo dificultaba la respiración. Más atrás escuché pasos que también ingresaban al cuarto.