Capítulo 6

14.7K 1.1K 378
                                    

  Tres días, sin comida.

  Tres días. Contar los minutos sólo hacía que el tiempo pasara más lento. 

  Las pocas veces que nos movíamos, parecíamos… inactivos. La energía ya se había agotado.

  Newt pasaba horas mirándome, y yo a él. Acostados, frente a frente; las manos entrelazadas. Recorrí vagamente cada centímetro de su rostro y de su cuello, y cada mechón de cabello. Ese era nuestro entretenimiento.

  Ahora él tenía unas ojeras bastante notables bajo los ojos, mientras que éstos parecían casi sin vida. No teníamos fuerza siquiera para besarnos.

  Recuerdo haberme duchado, cambiarme la ropa a uno de esos cómodos pijamas o lo que fueran, y levantarme varias veces a tomar agua.

  Casi no podía dormir. Y cuando lo hacía, despertaba mucho antes de lo que hubiera querido. 

  

  Sacudiéndome levemente, alguien me estaba sacando de mi corto tiempo de paz. No sabía en qué momento me había dormido sobre la cama. No costó mucho abrir los ojos y quitarse de encima la pesadez del sueño.

- Hay… comida. – Susurró Newt. 

- ¿Qué…? – Mi voz se escuchó ronca; tenía la garganta seca.

- Tienes que venir. 

  Sus manos se mostraron débiles al ayudarme a ponerme en pie, y con un paso un tanto apurado, me llevó hasta la sala común.

  Pensé que estaba soñando al ver las pilas de frutas, verduras, paquetes y muchas otras cosas en medio de los Habitantes. Todos devoraban a su gusto, eligiendo cada bocado.

  Minho pasó a mi lado con varias manzanas en la mano, dándome una rápida mirada de satisfacción.

  Me arrodillé, mejor dicho, me dejé caer cerca de una bolsa de frutas que lucían deliciosas, y sin pensarlo más, llevé a mi boca una naranja. Tras ella, una manzana. Alguien me pasó una barra de cereal, tomé dos.

  Levanté la mirada para descubrir un espectáculo bastante extraño: en la otra punta del cuarto, había un escritorio. De madera, bastante grande. Detrás de este, un hombre. Iba vestido de blanco, totalmente de blanco. Leía un libro.

  Me puse de pie y me acerqué al escritorio. 

- Ni se te ocurra. – Dijo Sartén con la boca llena.

- ¿Por qué no? – Le pregunté deteniéndome.

- Tiene una cosa… como un vidrio, que lo protege.

- Aquí no hay nada. 

  Seguí caminando, esta vez con la mano estirada. Me sobresalté cuando la punta de mis dedos chocó con esa especie de “vidrio”. Por más que mirara, no aparecía ningún rastro de esa protección.

- ¿Y quién es el garlopo ese? – Pregunté volviendo atrás.

- No quiere responder nada. – Dijo Winston. – Dice que debemos esperar a que sea tiempo.

  Gracias a la comida me sentía mucho mejor. Estaba atragantada, por lo que decidí ignorar al hombre del otro lado e ir hasta el baño en busca de agua. 

- ¿Hay alguien ahí? ¿Alguien me escucha? 

   Me separé intrigada del lavabo después de beber. Quizás algún Habitante estaba en el baño…

- Diablos. Diablos. – Repetía en voz baja. 

  Caminé lentamente recorriendo el lugar, intentando no hacer ruido. Quien quiera que fuera estaba adentro de una de las cabinas de duchas.

[#3] The Maze Runner: Caught In The Fire (Newt y Tú) Prueba de FuegoUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum