El verano que nunca esperé

Talk, talk, talk.

MADDISON

Me divertí demasiado durante el resto de la mañana. Nada más terminamos de surfear, fuimos directos a cambiarnos, y nos marchamos de nuevo hacia una de las playas más bonitas de Tulum, la Playa Paraíso, pero para ir hasta ella, teníamos que andar por un camino no demasiado corto que digamos.

Por muy largo que fuera la caminata, la agradecí, ya que llegué a conocer mejor a Cameron, él mismo se acercó a mí.

- Hola. - Se oyó una voz detrás mío.

Al girarme le encontré.

- Hola. - Dije tímida.

- Bueno, cuéntame un poco de ti, no te conozco pero tu primera impresión mía no pareció ser muy buena así que quiero empezar de cero, que opinas. - Añadió.

- Me parece muy bien, - Respondí sonriendo. - Qué quieres saber.

- Mmm, por ejemplo, qué quieres estudiar? - Si soy sincera me sorprendió su pregunta, cualquier chico hoy en día empezaría por "¿Con cuántos te has liado?"

- Buena pregunta, no lo sé ni yo. - Soltó una pequeña sonrisa mientras retiraba la vista de mis ojos.

- Supongo que algún interés tendrás, no? - Pregunto dudoso.

- De verdad que no, a ver, sé qué no quiero, pero no sé lo que quiero, no se si eso tiene sentido.

- Te entiendo, a mí también me costó mucho elegir. - Añadió.

- Tú qué estudiaste? o más bien, qué estás estudiando?

- Ahora estoy estudiando para ser ingeniero biomédico. - Me quedé asombrada con su respuesta.

- Qué? Es en serio? - Pregunté alucinada.

- Tanto te asombra? Claro que es en serio.

- Wow no me lo esperaba.

- La gente también se suele asombrar, pero así es. Siempre me ha gustado la biología y quería hacer algo relacionado y aquí estoy.

- Que guay, a ver si yo también encuentro algo que me guste mucho.

- Ya verás que sí. - Me sonrió.

- Por cierto, cuántos años tienes? - Solté.

- Cuántos me echas?

- Mmm... veinte?

- Casi, diecinueve.

- Yo dieci-

- Diecisiete. - Me interrumpió. Qué? Cómo sabía eso?

- Cómo lo sabes?

- Puede que haya mirado entre los papeles de mi padre...

¿Cameron Williams me había buscado?

- Serás... - Dije dándole un codazo y sonrojándome a la vez. Estuvimos un rato más hablando hasta que soltó un juego.

- Juguemos a un juego. - Propuso lo que hizo que me pusiera nerviosa.

- Qué tipo de juego? - Pregunté intrigada.

- Muy simple, una pregunta cada uno.

Asentí con la cabeza y poco después lanzó su pregunta.

- Tienes novio? - Sabía que la pregunta no iba a tardar en llegar. De pronto me acordé de Jack, menudo capullo.

- Y... por qué quieres saber eso? - Me hice de rogar.

- Y por qué no? - Me la jugó.

- Mmmm qué quieres que responda, que sí, o que no. - Me fulminó con la mirada pero no tardó en contestar.