The excuse

310 9 1
                                    

este capítulo prometeeee

MADDISON

No tenía gran idea de como controlar el skate pero poco a poco le iba cogiendo el tranquillo. Prefería estar en la parte lisa, no es que me encantaran las rampas por así decirlo, hasta que vi a Cameron de reojo acercándose montado en su skate.

- Veo que necesitas ayuda. - Me vaciló recorriéndome de arriba a abajo con la mirada haciendo que me tensara.

- ¿Perdona? Me sé manejar muy bien. - Contesté mientras continuaba patinando sin prestarle mucha atención.

- Entonces vamos a las rampas. - Dijo mientras se alejaba.

Puse los ojos en blanco pero le seguí, aunque no tenía intención de bajarla a pesar de la poca altura que tenía. Él subió arriba del todo moviendo sus piernas al igual que mientras surfeaba, e hizo un giro que hizo que se me quedaran los ojos como platos.

- ¡Venga! ¡Sube! - Dijo indicándome con el dedo que fuera con él.

- No soy muy amiga de las rampas si te soy sincera.

- Pues aquí estoy para ayudarte. Soy el profe así que me tienes que hacer caso. - Replicó mientras se acercaba poco a poco.

No me queje y deje que me agarrara por el antebrazo, notando una tensión entre ambos.

Me llevó andado hasta arriba con el skate en la mano. Al estar arriba, fijo la mirada en mis ojos por unos segundos hasta retirarla hacia mi skate, que lo agarro rozándome su cálida mano con mis dedos. Lo puso en el suelo, casi al borde y me indicó que pusiera mi pie encima para aguantarlo.

- Ahora te tienes que dejar caer, apoyando tu otro pie mientras te deslizas. - Lo mire dudoso, no quería hacerlo, ¿y si me la pegaba y acababa herida en el hospital? Lo sé, soy muy dramática pero no puedo evitarlo.

- Cameron... Yo... - Le mire suplicándole con la mirada que no me hiciera hacerlo.

- ¿Confías en mi? - Me interrumpió, y le fulminé con mirada.

A los segundos se colocó detrás mia, y puso su pie en el skate al al lado del mío.

- Si tu te caes, yo voy contigo, que te parece.- No dije nada hasta que posó sus manos en la parte baja de mi cadera desnuda, haciendo notar sus dedos sobre mi piel. Creo que me subió la temperatura unos veinte grados. Dios, ¿Cómo podía hacerme sentir mariposas no solo en el estómago sino en todo mi cuerpo? ¿Tenía algún superpoder o algo? Mi pecho subió y bajó e intenté volver a centrarme en la situación.

- ¿Te quieres centrar de una vez Maddison? - Me dije a mi misma.

- ¿Me prometes que no me voy a caer? - Dije mirando hacia atrás, y me miró dudoso.

- No prometo nada pero voy a intentar que nada salga mal. - Contestó, y de pronto, con sus manos agarradas a mi, y su torso plasmado en mi espalda, me dio seguridad, claro está, que no duro mucho porque al deslizarnos caímos los dos rodando por el suelo y no me digas cómo pero acabó Camerón encima mío.

Y ahí estábamos, yo tumbada en el suelo y Cameron con todo su cuerpo encima mío, creo que no había pasado más vergüenza en mi vida.

Al darse cuenta, apoyo rápidamente sus manos en el suelo, a ambos lados de mi cabeza, e incorporó su rostro hasta quedarse a pocos centímetros del mío. De nuevo mi corazón empezó a later a mil por hora y mi respiración se aceleró. Necesitaba escapar de sus brazos.

Me incorporé intentando que Cameron retirara sus brazos y me sorprendió al ver que no se le veía con mucha intención de apartarlos. Suspiré hasta que por fin habló.

El verano que nunca esperéWhere stories live. Discover now