ten: the final battle, the biggest one yet

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El grupo salió del baño lentamente, al notar que la gente comenzaba a salir de la película. Era el mejor momento para mezclarse y no llamar la atención, en el caso que los rusos estuviesen detrás de ellos.

- Ahora. —Planeó Dustin, quien caminaba junto a Robin y Érica— Subimos al autobús con estos mortales y hogar dulce hogar, ahí vamos.

- ¿Dustin? —Llamó Steve al escuchar que iríamos a su casa, mirando aterrado a la pelirroja— No deberíamos ir a tu casa. —Explicó para luego ver el rostro lleno de confusión de Dustin— Quizá les haya dicho tu nombre completo.

- ¿Como pudiste?

- ¡Estaba drogado!

- ¿Y que? —Preguntó Dustin tapando sus ojos de la frustración, quería matarlos a ambos por más que los quisiese— Resistes, lo soportas. Lo soportas como un hombre.

- ¿Chicos? —Llamó Robin, tomando la mano de Ángela rápidamente. Deteniendo al grupo— ¿Ven eso?

- Nos están buscando. —Contestó Ángela sujetando la mano de Steve y Robin, quienes la estaban aguantando— Mierda.

- ¡Aborten! —Gritó Dustin al ver que los habían visto uno de los rusos, corriendo hacia las escaleras eléctricas— ¡Vamos, deprisa!

Corrieron hacia uno de los puestos de cocina, y se escondieron detrás de la caja registradora. Fue lo primero que encontraron, y aunque sabían que no era la mejor opción, sabían que era lo único que tenían a cerca.

Los rusos notaron su escondite, y una vez todos se reunión, se acercaron lentamente. Listos para apretar sus gatillos y matar a los chicos. Sin importarles nada sobre estos, lo único importante en la misión era eliminar a cualquier amenaza. Y ellos, unos niños y empleados de Scoops Ahoy, era una gran amenaza.

Ellos sabían que los encontrarían ahí, y ya todos se preparaban. Los cinco estaban pegados, uno con cada uno. En eso, uno de los carros que estaban dispersados por el mall empezó a sonar. Quitándoles la atención a los rusos, y ahora poniéndola en el carro. Este no tenia motivo por el cual sonar, hasta que suben su mirada y ven a un grupo de chicos. Entre esos una chica, quien por lo que parecía era la causante de esto. Con lo que aparentaban ser sus poderes, tiro el carro sobre los rusos, aplastándolos al instante.

Cuando se sintieron a salvo, los cinco salieron del escondite lentamente. Examinaron su alrededor, y se salieron por completo del escondite. Dirigieron su mirada hacia arriba, y ahí comenzaron a ver unas cartas muy reconocidas. En este momento, eran las únicas caras que querían ver. Corrieron a este grupo, mientras este bajaban las escaleras. Ángela no pudo aguantar, y una vez vio a su hermana, se le tiró encima a abrazarla.

- ¡Maxine! —Gritó Angela mientras llevaba sus brazos alrededor de la chica, cerrando sus ojos llena de alivio. Pensaba que nunca la volvería a ver— ¿Estás bien?

- Estoy bien. —Contestó Max abrazando con fuerza a Ángela, lo único que quería era saber de su otra hermana— Me alegra saber que estás bien.

- ¿Que haces tú aquí? —Preguntó Lucas viendo cómo Érica corría hacia el

- Pregúntale a ellos. —Contestó Érica, cruzando sus brazos— Es su culpa.

- Cierto. —Contestó Steve sacudiendo la cabeza de Max, le daba ternura ver la relación de ella con Ángela— Es totalmente nuestra culpa.

CAUSE I LOVE YOU | STRANGER THINGSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora