9. Conociendo a Heaven Avenue

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El supuesto almuerzo al que había aceptado en mi estado borracho, se transformó en una comida rápida en la tienda de música en la que Dante trabajaba.

Después del trabajo tomé todas mis cosas y vine lo más pronto posible a reunirme con ellos. Sabía que algunos de ellos (Syeda, Carson y Even) aún estaban algo escépticos con la idea de que yo estuviera pensando en escribir sobre ellos. Así que yo andaba en una nueva misión: ganar la confianza de ellos aprovechando cada oportunidad para reunirme con ellos y conocerlos.

Estaba oscuro cuando llegué al local y la puerta de la tienda tenía el cartel de cerrado puesto a pesar de que aún había luz dentro. Agito la mano para saludar cuando veo a Even pasar por la parte trasera del local. Él percibe mi presencia, pero a diferencia de lo que dejó entrever en su llamada telefónica, no tiene una expresión de querer verme aquí.

¿Será que es bipolar?

Lo veo gritar algo hacia dentro y luego la cabeza verde de alguien observarme. Mila si se ve más emocionada de encontrarme, ella viene a abrirme la puerta principal con una sonrisa.

-Muchas gracias -le sonrío. Ella me saluda con ánimo, como si no me hubiera visto hace mucho tiempo.

Mila me deja pasar y cierra la puerta detrás de mí, colocando todos los seguros.

-¡Eres nuestra heroína! -ella apunta a mi bolsa. Creo que ese título se extenderá para el uso de toda la banda.

Había traído unos bocadillos para ellos, según lo que Dante me escribió habían estado muy ocupados practicando para su gran noche, tanto que no habían tenido tiempo de comer nada.

-¿Podemos dejar de actuar como si nos salvara todo el tiempo? -se quejó Even.

-¿Qué pasa con él? -pregunto ignorando su comentario. Mila me guía hacia la parte trasera del local donde todos ellos estaban practicando.

-Está ansioso por mañana y no ha tomado sus medicamentos para el dolor.

Cuando dice eso me percaté que Mila no se ve para nada bien, su cabello está desordenado, tiene maquillaje corrido bajo sus pestañas y la piel brillante, casi como si estuviera grasosa. Even tampoco se ve bien y cuando veo a los demás, sé que están hechos un desastre.

Syeda está tirada sobre el sofá con su cabello desparramado sobre los cojines, Dante está junto a ella, en la misma posición pero en el suelo. Carson es el único que se ve relativamente normal, como si nada le perturbara.

Cuando entré y saludé Dante levantó la cabeza y me sonrío a pesar de que estaba notoriamente agotado. Los instrumentos de la sala estaban regados por todas partes y la habitación estaba calurosa y con un fuerte olor.

Definitivamente la presión de presentarse los está aplastando.

-¡Aysel!

-Traje comida -digo colocando la bolsa sobre la mesa, inmediatamente Dante se levanta y rebusca en la bolsa algo de comer. Mila pone junto a él la gaseosa que traje.

Los demás chicos también se acomodaron para comer, Syeda y Carson no dijeron nada particularmente pero su rostro satisfactorio me dio a entender que estaban agradecidos.

-¿Cómo están? -me aventure a preguntar.

Syeda me mira con dureza.

-¿Cómo crees que estamos? -responde de mala gana.

-No seas así con ella, nos trajo comida -la reprende Mila.

-Imagino que deben estar muy nerviosos.

-Nerviosos... es... poco -murmura Dante con la boca llena de comida. Syeda le pega con la punta de su zapatilla para que deje de hablar así.

Tomo asiento en el sillón frente a ellos, junto a Even. Él hace el pequeño gesto de darme espacio a su lado. No tengo ni idea de qué decirles porque están todos tan a la defensiva que sé que ante cualquier frase motivacional que quiera decirles me van a mandar a volar.

Si estuviéramos enamoradosWhere stories live. Discover now