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Tierra 63

Había una alarma sonando de tal manera que enardecía los oídos, podía sentirse corriendo tras el enorme pasillo de la nave, no tuvo reparos en abrir la compuerta que conducían al oscuro y frio espacio.

Ante sus ojos aquel lugar era fascinante pero no para el de aquella tierra que salió como cualquier otro día, comenzó a volar convirtiéndose así en un ser de energía. 

Era un anodita.

Voló lo más rápido que pudo en lo que parecía una estrella a punto de colapsar, no tenía ni la menor idea del porque intentaban detener algo totalmente inevitable, solo que podría significar algo malo.

Kevin y Gwen estaban en aquella nave, con un poder limitado incapaz de detener el problema, Ben utilizó su magia para intentar suprimir la explosión, cuando sucedió ese destello rojo sabía que no podía detenerla, así que de inmediato opto por absorberla.

Evitando así que millones de vidas murieran.

Kevin lo recibió con un abrazo y un beso pero las cosas no volvieron a ser las mismas de antes, Ben cambio por completo su personalidad y su temperamento y Gwen pensaba que era por adsorber una estrella.

No estaba de más decir que haberse hecho con un temperamento hostil siendo la persona más poderosa de la tierra no era algo bueno, además de que en un punto se dieron cuenta que era muchísimo más poderoso.

Sus pensamientos modificaban la realidad y sus ataques de ira eran destructivos y peligrosos, Kevin tenía que salvar a la persona que amaba, pero era más difícil decirlo que intentarlo, de todos modos llegó el tiempo donde nadie podía hacerle daño.


...

Dejando el simple hecho de haber encontrado al ''amor perdido de su vida'' tenía muchas responsabilidades, muchas cosas que había dejado a un lado por asuntos depresivos.

Si recordar una y otra vez que en las otras tierras él era un héroe reconocido, admirado y respetado y allí solo era un simple estudiante de preparatoria con un abuelo increíble.

Sus padres no tuvieron ninguna misericordia con respecto al problema de que siempre parecía andar cansado, después de comprarles unas muy efectivas pastillas para poder conciliar el sueño <que por cierto el adoraba> le habían conseguido un empleo en aquellas vacaciones de verano.

Sabían que estar sin ningún tipo de quehacer le haría muchísimo más mal que bien, el no pudo negarse debido a sus circunstancias, sentía que todo ese asunto de los sueños a estas alturas que conoce realmente a Kevin y sabe que es un delincuente juvenil, se es imposible considerar la posibilidad de tener alguna relación con él, aunque sea un pequeño momento de poder hablar.

Tenía que distraerse en algo y la mejor opción que le pusieron es repartidor de pizza con una motocicleta, no le dio importancia y simplemente lo haría intentando despejar su mente de aquella insuperable tontería.

Al principio todo iba bien hasta que le dieron una dirección que al comienzo él no le tomó importancia hasta que llegó.

El callejón donde lo habían llamado estaba totalmente oscuro, había indicios que habían personas viviendo cerca de allí, pero eso no representaba menos amenaza.

Había jurado hacer bien su trabajo así que continuó su camino, su peor pesadilla se había vuelto realidad cuando aparecieron hombres que claramente no eran buenas personas, con tatuajes en todos lados y con aretes, Ben pensaba dejar la caja en algún lado y salir corriendo no importa si le pagaban o no.

Sus instintos le decían que tenía que salir de allí lo más rápido que podía, sin embargo; las cosas no era tan fáciles cuando lo rodearon impidiendo ir donde su motocicleta.

-Miren esto es todo lo que traigo llévenselo – les comentó dándole el dinero de las pizzas que anteriormente había repartido, la tomaron claro pero al parecer querían algo más.

Ben sabía cuáles eran sus debilidades y que no podía salir corriendo ni pelear con ellos, muchas cosas podrían haber salido mal, uno de ellos lo empujó haciendo caer al suelo, tenía la esperanza de que se fueron después de eso, pero lo comenzaron a patear.

Todo se estaba poniendo totalmente oscuro hasta que sintió que alguien apareció para defenderlo, tenía la esperanza de que fuera alguno de sus amigos plomeros, aunque no fueran alienígenas tenían que recibir algún castigo.

Cuando pudo ver con claridad, vio que era Kevin, un sonrojo invadió sus mejillas y no pudo continuar viéndolo, él le arrojó a un lado el dinero que le habían quitado.

-¿Tu jefe no sabe que no debería de mandarte por aquí? – le dijo, Ben sentía que su corazón estaba latiendo a mil por hora, tenía el cuerpo adolorido pero no tanto como para no ponerse de pie y continuar con su camino.

-Gracias – le comentó mientras tomaba el dinero, aquello era el destino no una coincidencia, ambos están destinados a estar juntos - ¿Qué estás haciendo aquí?

Intentó convencerse de que solo pasaba por allí y el destino quiso que se unieran.

-Eso no te importa – fue la respuesta, no quería escuchar algo tan cortante.

-¿Por qué eres así?

-Detesto a las personas que se meten donde no los han llamado – volteó para marcharse.

-Espera, ¿Cómo sabes mi nombre? – Kevin no sabía que Ben también tenía esos sueños extraños, solo pensaba que era por el estrés que tenía conforme a su trabajo.

-No tengo porque responder eso.

-¿Tienes esos sueños como yo? – Eso hizo que volteara un poco sorprendido por lo que estaba escuchando, Ben sabía que lo había tomado con la guardia baja en aquellos momentos y tenía que aprovecharlo - ¿no te gustaría hablar...?

-No tengo nada de qué hablar.

-¿Tienes esos sueños o no?

-¿Y que si los tengo? Solo son eso, sueños...

-Pero existe la posibilidad de que...

-Yo no soy ese sujeto que daría todo por ti que sale en tus sueños, y tú no eres ese héroe que sale en los míos – tenía que decirlo en vos alta de manera cortante antes de irse, Ben sabía que tenía razón, pero que él lo dijera de aquella manera le dolió, detestaba ser normal, siempre sabía que había algo más para el haya afuera.

Volvió a tomar su motocicleta para marcharse, comenzó a llorar en todo el camino, decidido de una vez por todas dejar todo aquello, no podía estar sintiendo celos de sí mismo, tenía que continuar con su camino.

Todo sería muchísimo más fácil si no se hubiera enterado de la existencia de las demás tierras.

En cuanto a Kevin en cuanto entró a aquel club clandestino tampoco no podía negar nada de lo que estaba sintiendo, había algo más allá afuera, algo le decía que no eran sueños no solo porque lo compartían, eran como recuerdos, ¿mundos paralelos? ¿Por qué? ¿Acaso estaban destinados que en todas las tierras deberían de estar juntos? No importaba eso tampoco.

Él también estaba sufriendo al enterarse que en sus sueños él es un muchacho ya centrado, en algunos lugares era una estrella de rock, en otros era un cibernético reconocido de una buena familia, y todo lo único que tenían en común era que se encontraron con los Tennyson en un punto específico llevándolos por el camino del bien.

Un nudo se posó sobre su garganta, el destino se tardó en juntarlos en aquella tierra, después de todo lo que había vivido y pasado estaba completamente seguro de que ya era tarde para comenzar de nuevo.    

SueñosWhere stories live. Discover now