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Tierra 10

-¡¿Se te había olvidado que yo estaba allí?! - gritó Kendra Levin.

-Kendra... - estaba conduciendo de una manera mas accidentada que de costumbre.

-¿¡Hay algo que no me has contado!?

-No, podrías...

-¡Ya me canse de discutir contigo! ¡sal de mi auto! - ni siquiera la había dejado hablar, ella se bajó y se percató que ya estaba de vuelta en su casa.  

Jen Tennyson se recostó sobre su cama un poco enojada por lo sucedido, su primo Wade le había dicho que fueran a una misión al mundo de la magia, donde ella se encontró con un mago que según su novia Kendra, este le arrojó un par de ojitos lleno de coqueteos y terminó en una discusión.

Ahora se preguntaba porque había aceptado la petición de su primo, pero Kendra no debería de ser tan celosa de todos modos.

-Jen ¿estas allí? ¿No quieres a pasear? – su fiel amiga Rook Blanka le había propuesto a salir al señor Smoody, la usuaria de omnitrix aceptó a regaña dientes.

Le explicó todo lo sucedido y ella entendía la situación, no era ningún secreto que Kendra era bastante ruda, en apariencia, además de que le gustaba golpear cosas teniendo esa fuerza osmosiana, y sobre todo de que primero andaba con Wade y ella lo dejó por su prima, haciendo que ambos se distanciaran, pero no dejaba de ser alguien sumamente celosa.

-¿No entiende que fue un mal entendido? – le comentó un poco deprimida colocando su cabeza sobre la mesa.

-No voy a meterme en ese temperamento tan toxico que tiene ella...

-¡No es un temperamento toxico! – y allí estaba la castaña a la defensiva.

-Y hablando de la reina de roma – Kendra apareció en su auto, salió y aventó la puerta demostrando enojo.

-Voy al baño, espero que no termines asesinada – le comentó Blanka mientras se iba, pero en vez de eso Kendra se mostró un poco más comprensiva con lo sucedido.

-Amor yo... debería de confiar más en ti – le comentó con tono calmado.

Jen se puso de pie y abrazó a su novia.

-Así es, deberías de saber que a quien quiero es a ti.


...


Cuando Kevin estaba en la prisión siempre habían múltiples peleas, aunque intentara portarse bien tendría que defenderse ante cualquiera que intentara hacerle daño.

Por eso aquel dichoso día estaba en la celda de castigo, pequeña que tenía que sentarse con las piernas encogidas, llena de pequeños animales alienígena, oscura, fría y apestosa, pero para su sorpresa fue abierta muchísimo antes de que su castigo terminara, un guardia que siempre lo miraba con desprecio.

-Te busca Tennyson – le informó.

-Le dije que si volvía no lo atendería – Kevin respondió firme y sin dudas.

-No es ese bonito doctor que vino la última vez, es el magistrado – eso sí lo hizo sorprenderse, salió, lo esposó y mientras caminaba detrás del guardia se percató que en aquella tierra jamás había hablado con Max Tennyson, esa sería su primera vez.

No lo llevaron al lugar de siempre, sino a una pequeña habitación donde lo sentaron y le aseguraron las esposas a la mesa, donde Max entró sin más.

SueñosWhere stories live. Discover now