Heaven: el destino de Baekhyun (ChanBaek/BaekYeol)

23- Su perfume

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"Como una mariposa nocturna

soy atraído hacia tu flama.

Dices mi nombre, pero no es lo mismo.

Me miras a los ojos,

soy despojado de mi orgullo,

y mi alma se rinde

y haces que mi corazón se arrodille.

(...)

Ante tu presencia,

mi corazón no conoce vergüenza,

no tengo la culpa.

(...)

No hay nada que pueda hacer,

mi corazón está encadenado a ti,

y no puedo liberarme.

¡Mira lo que esto me ha hecho!

Not Strong enough- Apocalyptica

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Baekhyun se quedó ahí, en el piso, sintiéndose el peor hombre del mundo. Quería ir a la habitación de Chanyeol, sabía que probablemente estaría llorando. Después de todo, siempre se había mostrado como un chico sensible y las palabras de Baekhyun habían sido un poco crueles.

Quería disculparse con él. Pero el castaño no solía pedir perdón, y no era porque no quisiera hacerlo, sino porque no sabía cómo. Era pésimo para elegir sus palabras, sobretodo tratándose del CEO. Seguramente acabaría empeorando todo.

Luego de unos minutos, al fin se puso de pie y, tras asegurarse de que las puertas y ventanas estuvieran bien cerradas y el sistema de seguridad correctamente activado, se fue a su casa, sin atreverse a despedirse directamente. Optó por enviarle un mensaje de texto, diciendo que ya se iba, pero que iría a buscarlo en la mañana.

Al llegar a su departamento, Yixing le esperaba despierto, igual que todas las noches, y lo miró curioso al ver su expresión angustiada. -¿Estás bien?

Baekhyun suspiró profundamente antes de tirarse sobre la alfombra, junto al chino, que estaba jugando videojuegos. -No estoy seguro. Chanyeol y yo discutimos.

-¿Por qué? ¿Te hizo algo? -Lay entonces apagó la consola, prestándole total atención a su amigo, y le ofreció el bote de helado que él estaba comiendo. El castaño lo aceptó antes de empezar a contarle, con todos los detalles, como siempre lo hacía.

-Creo que lo lastimé. -Concluyó Baek.

-A mí me dolería si el chico que me gusta me coje y luego dice que fue algo insignificante para él y que lo considera un error.

-Gracias, ahora me siento culpable. -Dijo el castaño, con ironía. -Pero fue su responsabilidad. -Se quejó. -¿Cómo esperaba que pensara claramente lo que decía cuando estaba tan cerca de mí? No había un sólo espacio entre su cuerpo y el mío. -Explicó. -Tenía su rostro a centímetros y su maldito perfume... huele tan bien que lo odio.