𝑪𝒐𝒎𝒆 𝒕𝒐 𝒎𝒆 [𝑴𝒊𝒏𝒔𝒖𝒏𝒈]

18» enamorados

Minho despertó gracias a las risitas que logró percibir. Abrió lentamente sus ojos mientras comenzaba a tallarlos y buscaba sus anteojos en la mesita de noche, entonces recordó que los había dejado en la cocina. Bufó a lo bajo mientras su vista se aclaraba y podía ver cada vez más a un Jisung riendo, y observándole atento.

—Buenos días dormilón— saludó mientras comenzaba a acariciar una de las mejillas del otro entre risas.

Asintió torpemente frunciendo el ceño.

—¿Te estás riendo de mí?

—Un poco— confesó— he estado lo suficiente despierto como para saber que balbuceas y haces gestos graciosos cuando duermes.

—¿En serio?— abrió los ojos con sorpresa.

—Síp— arrugó la nariz— es más, me reía porque comenzaste a decir que me odiabas.

—¿Lo... Lo dije?— preguntó sorprendido cubriendo su boca con una mano.

—Solo bromeaba, dije que balbuceabas. No que hablabas, pero...— arqueó una ceja— al verte reaccionar así, creo que si lo has dicho. Ouch.

—No lo he dicho, lo juro— rió apenado— por lo mismo, reaccioné de esa manera porque no es algo que yo diría.

—¿Y entonces qué dirías?— preguntó burlón.

—No lo pienso decir— se encogió de hombros.

—Buh— hizo un puchero— has arruinado el momento cursi.

—Mis disculpas— esbozó una ligera sonrisa.

Jisung se acercó a él y besó sus labios fugazmente.

—Disculpas aceptadas.

—Gracias— rió a lo bajo mientras comenzaba a acariciar el cabello del otro pacientemente.

Ambos se observaron tranquilamente sintiendo como sus corazones comenzaban a latir con más fuerza. Jisung pasó una de sus manos por el rostro de Minho mientras éste comenzaba a reír por el cosquilleo que éste le provocaba.

—¿Podrías dejar de ser adorable siquiera por un segundo? dame un respiro— preguntó Jisung al notar como los ojos del mayor se achicaban volviéndose pequeñas líneas y con sus mejillas sonrojadas, hacían una perfecta vista.

—¿Disculpa?— bufó— lo único que hice fue reírme.

—Mjm— asintió con la cabeza— pero aún así eres adorable, así que dame un respiro.

—Bien...— respondió confundido mientras se reincorporaba de la cama sintiendo sus mejillas arder.

—¿Tendrás cosas que hacer hoy?— preguntó curioso.

—Compras de la semana y mmh... repasar temas ¿por qué?— se giró para verlo arqueando la ceja.

—Nada más, curiosidad— se encogió de hombros— ¿puedo pasar el día contigo?

—Sabes que sí— le dedicó una sonrisa— ni siquiera debes preguntar.

Jisung sintió sus mejillas acalorarse, se acercó a Minho para plantar un beso sobre su mejilla y abrazarle por el torso.

—Gracias...

—¿Por qué?— rió nuevamente al sentir los brazos del otro al rededor de su torso.

—Por soportarme— respondió con una sonrisa.

—Ni que fueras una molestia— bufó— no tienes porqué agradecer.

—Oh, claro que tengo— acortó la poca distancia que había entre ellos con un beso fugaz— sobretodo porque soportas lo empalagoso que soy.

—Me gusta que seas así— admitió.