𝑪𝒐𝒎𝒆 𝒕𝒐 𝒎𝒆 [𝑴𝒊𝒏𝒔𝒖𝒏𝒈]

21 » listos para todo

Caminaban por las calles cerca de su hogar, tomados de la mano, hablando de todo un poco. Después de que Jisung conociera a la familia de Minho, salieron, no a recorrer, sino que Minho quería que Jisung conociera a sus amigos y aunque había sido un momento bastante breve porque los otros tenían qué haceres, lo había llenado de alegría ver que las personas que le ayudaron en sus momentos difíciles habían aceptado a Jisung e inclusive conectado con él.

Ahora ya casi oscureciendo, simplemente caminaban de regreso a el hogar, para cenar y luego dormir. mañana tenían que marcharse temprano; eso era lo más difícil para Minho, a este punto, le dolía el tener que irse, la calidez que su familia y amigos le brindaban era magnífica. una parte de él quería volver con ellos.

—Siempre que no quería ir a clases de inglés, terminaba en la plaza que está por esta dirección— señaló a la lejanía sabiendo que era poco probable que Jisung descifrara la dirección correcta— había o hay... realmente no sé, un estudio de baile. Trabajaba ahí y la instructora fue quien me animó a hacer lo que me gustaba— suspiró— se puede decir que perdí casi un año sin estudiar, mis padres habían accedido porque dijeron que tal vez la motivación llegaría a mí muy pronto. Por eso me llenaron aún más de clubes, sin embargo, casi no asistía y eso era un problema. Mi padre en especial creía que era un vándalo, cuando la realidad era que si no estaba en el estudio, era porque estaba teniendo otros trabajos extras— rió avergonzado recordando aquellos días difíciles para él— fue extraño. Me sentía extraño y rechazado...

—Eres bastante valiente ¿lo sabes?— dio un apretón a sus manos.

—Un poco cobarde ¿no crees? no fui capaz de decirle a ellos lo que quería hasta que decidí huir— suspiró una vez más— no me atrevía porque jamás resalté en algo que fuera importante para la familia. Realmente me alegra que finalmente me han aceptado.

—Y a mi también— admitió con una gran sonrisa en sus labios.

Minho se encogió de hombros mientras observaba los alrededores, todo le generaba nostalgia y recuerdos. Soltó una risita cuando llegaron a un parque. se detuvo cuando volvió a tener en su mente algunos momentos de su infancia en ese lugar.

—Aquí conocí a San. Me había lastimado con un pequeño alambre de un juego en la mejilla, entré en pánico al ver mucha sangre, el llegó y junto a su madre me llevaron al hospital— negó con la cabeza— yo no quería decirle ni a él, ni a su madre que había salido de casa sin permiso. Mis padres estaban trabajando y Hyuna en clase de piano. Al final lo conté. Me dijeron que no dirían nada, pero que no volviera a hacerlo. Creo... que fue la primera vez que me castigaron y el primer amigo que hice. San tenía como cinco años y yo unos siete y medio... me sentí bastante inmaduro.

—¿Es esta?— tocó ligeramente la cicatriz que Minho tenía en la mejilla.

—Mjm, ya casi no se nota— asintió entre risas— cuando era pequeño siempre que decía que huiría, venía aquí. Inclusive cuando más grande. me gustaba mucho este lugar.

—¿Por qué?

—No lo sé— dijo honesto— simplemente me gustaba. Nunca hice amigos en la escuela, era y es de esas escuelas correctas con múltiples reglas donde se desarrollan personas que se mantienen al margen. Siempre estuve en problemas por eso. así que cuando conocí este parque jugaba con niños, a veces un poco menores que yo, pero al menos me sentía bien, no rechazado. Podía reírme y divertirme sin que me juzgaran por ello.

—Me cuentas todo esto y en verdad me duele el corazón Minho— hizo un puchero— realmente le agradezco a tus amigos por nunca dejarte.

—Y yo...— arrugó su nariz— ¿sabes algo más?— soltó una risita nerviosa.