La Fea Más Bella: Todavía no te olvidó.

Capítulo 40: Tú me cambiaste la vida.

Fue un día como cualquiera
Nunca olvidaré la fecha
Coincidimos sin pensar en tiempo y en lugar

Lety:

Estoy a tan poco tiempo de convertirme en esposa de Fernando Mendiola, nunca pensé que una boda tuviera tantos preparativos, ahora me doy cuenta que realmente yo no quería ese primer matrimonio que tuve. En aquella ocasión no me tomé el tiempo de elegir absolutamente nada y ahora cada detalle, es indispensable para que todo salga perfecto. Agradezco a la vida y a Dios el no permitirme casarme por la iglesia aquella primera vez, ahora me casaré ante la ley de Dios, la ley del hombre y la ley de la naturaleza. Encontramos el lugar perfecto, para eso, ese lugar mágico que nos renovó la vida cada vez que estuvimos ahí. Cuernavaca será el espacio en donde Fernando y yo anunciaremos por fin cuánto nos amamos. Han sido meses muy difíciles, el trabajo en Conceptos aumenta, pero eso no me ha impedido hacerme cargo de esta maravillosa boda. Agradezco tener a tantas personas a mi alrededor para apoyarme. Carolina, Marcia, Ana Leticia, Ingala, Lidia, Terisita y por supuesto mi madre han sido una parte fundamental en este momento, claro que también Luigui Lombardi quien diseña el vestido más espectacular para mí. Mi cuartel también me ha brindado apoyo. Pero aquel apoyo que más adoró es el de mi Fertz, sin él esto no sería lo mismo. Todo lo hemos elegido juntos y considero que así es como debe planearse la boda de mi vida.

"Mi diva no te muevas por dios. Que me da la mimo, mimisky. Irmita mi valeriana.Te ves espectacular mi reina." Me decía Luigui mientras hacía su mayor drama con una mano en la cintura y con la otra echándose aire. "Pero sabes que necesito agarrar un poquito por aquí, un tantito por acá. Más seguros por favor." Estaba atacada de risa, Luigui era alegría pura. "Ash no te rías que si no esto no queda bien."

"Perdón, perdón Luigui. Pero ya me quiero ver, necesito verme." Estaba desesperada, de verdad me había probado este vestido cuatro veces y en ninguna me había dejado verlo.

"Lo siento pero eso tendrá que esperar a la última prueba que será un día antes de la boda a la Iglesia."

"Pero Luigui, no me puedes hacer esto."

"Lety confía en él, te vez espectacular amiga." Me decía Caro con la mejor de sus sonrisas tomando mis manos.

"Si Lety. Caro tiene razón. Fernando se morirá." Marcia sonrió, sus ojos verdes me lo decían todo.

"No hablen de esa Lagartija delante de mí que me corta la inspiración."

"Luigui no hables maI de mi Fernando el es un amor."

"Pues mira que ese amor nada más porque no me hizo caso, si no mi reina quien se casaría en quince días sería yo."

Comencé a reír fuertemente, Luigui era tan ocurrente, y yo amaba todo esto, me olvidaba de los nervios de mi boda, pero sobretodo olvidaba todo mi pasado. Y eso me hacía sentirme la mujer más feliz del mundo.

Algo mágico pasó
Tu sonrisa me atrapó
Sin permiso me robaste el corazón

Fernando:

Estaba desesperado buscando a mi Lety por toda la empresa, teníamos que irnos a Cuernavaca a ver los últimos detalles de la boda, sería la prueba de la comida y el pastel, y todas esas cosas. Amaba hacer eso por estar con mi Lety pero a veces se me hacía todo un poco innecesario, ver hasta el tipo de cubierto, el mantel o el diseño que llevarían las sillas. Por dios era demasiado, pero mi Lety me decía que eso era importante y si lo es para ella, yo le creo. Adoraba la emoción que ella sentía por cada pequeño detalle de nuestra boda. Yo jamás había vivido algo así con Marcia porque estaba seguro que no quería llegar al altar con ella, pero ahora cuento las horas, para que Lety se convierta en mi esposa, cuento los segundos del reloj para unirme a ella en cuerpo y alma para ser completamente suyo ante la ley del hombre, la ley de Dios y la ley de la naturaleza. Caminaba por la empresa hasta que oí los gritos de Luigui diciendo: "Wow! Te ves hermosa mi Diva. Aplausos para mí ese vestido quedó Divine." Así que me dirigí a toda prisa a su sala, mi Lety tenía su vestido puesto y yo quería verla. Quería ver a ese ángel vestido de blanco que estaría conmigo toda la eternidad.