XVI

3.3K 239 277
                                    


Se abrazaron entre sollozos, machando sus camisetas de lágrimas. Harry envolvía sus brazos alrededor de la cintura de Louis, escondiendo la cabeza en su cabello castaño y Louis tenía los brazos enrollados en su cuello con oliendo el perfume de ese lugar.

Harry apretó unos mechones marrones entre sus dedos para separarlo de sí mismo y volverlo a besar.— Perdón, perdóname por favor—. suplicaba entre lágrimas.

—Shh, cállate, no lo repitas más—. pidió Louis, no podía escuchar tan destrozado al mayor, le dolía más que aquella espinita, incluso más que las pirañas en el corazón.

—Me gustas mucho, Louis. Mucho.

—Tú a mi también, Harry. Estoy jodido contigo, me sigues gustando, idiota.—Declaró golpeando con sus manos el pecho del otro. Estaba enfadado, no podía controlar sus putas emociones y había estado un mes evitándolas, siendo moderadamente feliz con Daniel a su lado. Y en una conversación de quince minutos Harry había vuelto a poner su vida patas arriba.

—Vámonos de aquí, vamos al río, o al instituto, o a mi casa. Donde quieras, t-te llevo donde quieras—. Hablaba acelerado, con la ansiedad carcomiéndole.

Louis negó con la cabeza.— No, no puedo. Sigo enfadado contigo y... y está mi novio en algún lado de la fiesta. Vete a casa, Harry.

—Te llamaré, te enviaré un mensaje nuevo, pero no por Instagram dame tu número. Y mañana líbrate de el imbécil ese de novio que tienes que... vamos a ir a algún sitio y quiero hablar contigo.— cogió el móvil que Louis le tendía y apuntó su número en los contactos. Sorbió los mocos que amenazaban con salir de su roja nariz. Besó cortamente sus labios.

Salió por la puerta del baño frotándose los ojos para secar cualquier rastro de las lágrimas que había derramado y dejó a Louis respirando acelerado entre jadeos con las suyas aún mojando sus mejillas. 

Estaba desconcertado, demasiadas emociones en apenas quince minutos. De todo lo que había huido en treinta y dos días le acababa de golpear como un guantazo en la cara.

Seguía enamorado de Harry. Joder. De Harry.

No de su perfecto novio que había sido aceptado sin reproches por la familia (excepto Lottie). Con Daniel todo era más fácil; estudioso, aplicado, de buena familia, buena reputación, sin vicios, detallista, romántico, caballeroso.

Pero...No era Harry, y aunque con él todo iba a ser más complicado no podía rechazar sus sentimientos, porque el rizado era dejado, nada romántico, grosero, con mala reputación, lleno de tatuajes, fumeta (no solo de tabaco), y estaba al cien por cien seguro que su familia no lo aceptaría a la primera. A lo mejor Lottie sí, quien sabe, no hay quien entienda a esa niña.

Se lavó la cara para bajar la hinchazón de sus ojos y agarró un pequeño trozo de papel de baño para sonarse los mocos. Puso una mueca cuando recordó que Harry lo había hecho con su muñeca. 

Sacudió la cabeza y respiró profundo para salir de la habitación e ir a buscar a su novio para volver a casa de una vez por todas, al día siguiente hablaría con él. Ni de coña lo haría esa misma noche.

Llegó al salón y se percató que estaba más lleno que cuando subió al baño, guio sus ojos azules por todos lados en busca de una cabellera rubia pero no la encontraba por ningún lado. Sacó su teléfono y buscó en contactos 'Bebé💞' para llamarlo. No obtuvo respuesta.

—Perdona, ¿has visto a Daniel?— la chica a la que le había preguntado frunció el ceño, como si no hubiese oído ese nombre en su vida. Louis suspiró.— Rubio, alto, llevaba puesto una camisa rosa, creo.

MíoWhere stories live. Discover now