Dulce ronroneo [◇] YeonGyu.

□ O2.

La tarde era tranquila, YeonJun disfrutaba de su tiempo libre frente al televisor, la realidad era que realmente su atención no estaba dirigida al programa, las caricaturas no eran de su gusto; sin embargo, mantenían alegre a su pequeña bola de pelos que adoraba ver aquellas cosas animadas.

— Hyung, ¡mire que bonito quedó su cabello!

YeonJun asintió sonriente mientras veía a BeomGyu hacer pequeños nudos por toda su cabellera con una de las bolas de estambre que le había comprado a su novio para que juegue, pero tal parecía que el gatito se negaba a darle un uso normal a ese juguete.

— Solo unas colitas más y el peinado quedará listo.

— ¿No se supone que deberías estar viendo la televisión?

BeomGyu pareció ignorar completamente la pregunta, su atención estaba completamente enfocada en la tarea de peinar a su hyung. YeonJun acaricio los muslos desnudos de BeomGyu quien se encontraba sobre su regazo, era afortunado, aquel gatito había venido a mejorarle su vida solitaria y es que a él no le había afectado demasiado su antigua manera de vivir, pero muy dentro de él su tigre se había decaído por la falta de algún compañero.

— ¡Terminé! —aplaudió eufórico por su logro.

— Podrías abrir tu propio salón, es muy lindo.

YeonJun miró su reflejo, la realidad era que su cabello había quedado revuelto con un montón de nudos de estambre rosa esparcidos sin ningún orden por su cabeza, pero no importaba, no cuando su omega le sonreía con tal emoción que sus ojitos desaparecían detrás de sus mejillas.

— Hyung, déjeme tomarle una foto.

BeomGyu sostuvo su celular y apunto hacia él, YeonJun sonrió enternecido porque no importaba el hecho de que se veía ridículo o que después terminaría arrancando una buena cantidad de cabello cuando tratara de quitarse aquellos lazos, BeomGyu era feliz y era lo único que importaba.

— GyuGyu.

— ¿Sí?

— Ahora es mi turno.

Lo bueno es que YeonJun no iba a ser el único con un pedazo calvo en su cabeza.