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— ¿Has pensando sobre la boda? —YeonJun le preguntó mientras se acomodaba en el sillón

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— ¿Has pensando sobre la boda? —YeonJun le preguntó mientras se acomodaba en el sillón.

BeomGyu hizo una mueca al recordarlo, realmente no se había puesto a investigar nada referente a ello. La realidad es que le parecía innecesario, él tenía la marca de su alfa que demostraba su unión y para él era más que suficiente; las bodas tan solo eran un capricho que había impuesto la sociedad para marcar a un omega como impuro o no, era mal visto que un omega sea marcado sin antes tener la aprobación de los dos familiares, además, se debía organizar una ceremonia donde los líderes de ambas manadas aprobaran la unión de las dos personas.

Afortunadamente poco a poco se iban perdiendo aquellas costumbres, inclusive en muchas ocasiones la presencia de los líderes era solo simbólica, demostrando que quienes tenían la autoridad de elegir eran los prometidos. Lamentablemente los padres de BeomGyu fueron criados bajo la ideología de que un omega no podía tomar sus propias decisiones; aún podía recordar la vez que sus padres casi se desmayan cuando vieron la marca fresca en su cuello.

— No, no he pensado sobre eso —respondió mientras acariciaba el dorso de la mano que reposaba en su muslo— ¿y tú?

— Pensé en el registro ante las autoridades para que no exista algún problema al momento de realizar los papeleos de nuestro hijo, pero no en todo lo demás —tomo la mano que lo acariciaba y la entrelazó con la suya— ¿tú realmente quieres esto?

— Me emociona la idea de unir nuestros apellidos, pero no lo que implica... es como darle el gusto a los demás y eso me disgusta —respondió— no he podido olvidar cuando mi padre casi me echa de la casa por nuestra unión.

BeomGyu frunció la boca, pese a que todo había quedado en el pasado, nunca pudo desaparecer la desagradable sensación de ser rechazado por sus progenitores, sobre todo porque el omega siempre había sido el niño amado de sus padres.

— Cariño, no pienses en ellos —YeonJun besó sus nudillos— piensa en lo que tú quieres y en lo que te haga feliz.

Se acurrucó en el costado del alfa y buscó comodidad en él. Si era sincero consigo mismo; no le emocionaba la idea de estar rodeado de mucha gente en una ceremonia que se suponía debía ser especial para su alfa y él. Deseaba hacerlo más íntimo posible, quería sentirse completamente tranquilo y feliz en aquel día.

— ¿Podemos ser solo nosotros y nuestros amigos más cercanos? —preguntó con los ojos brillosos— me gusta la idea de una boda donde no tengamos que preocuparnos por complacer a los demás.

YeonJun le acarició la mejilla y miro con amor aquel rostro soñador que le sonreía con ternura.

— Está bien —sonrió— solo nosotros.

Acortó la poca distancia entre los dos y lo beso. Sus labios lo recibieron como un reconfortante abrazo después de un día cansado, sintiendo inevitablemente un cariño tan grande que desbordaba de su corazón.

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Dulce ronroneo [◇] YeonGyu. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora