Capitulo 18|¡ME ESTA TOCANDO LAS BUBIS!

3.6K 235 7
                                    

Maratón 1/3

Pov'Mia.

Ya es de día y simplemente lose porque el reflejo de el sol me está dando en la cara. Otra noche a la que Jayde se le olvida cerrar las cortinas.

Y aún sin abrir los ojos y poniendo muecas raras por la molestia de el sol, siento unas caricias que pasan de mí mejilla hasta mi cuello.

Se que es Jayden.

— ¡Cierra las cortinas! — Me quejo.

— No. Abre los ojos que ya es hora.— Dice y de seguro que está sonriendo.
Empieza a acariciarme el pelo y como me gusta tanto que me toquen el pelo, me restriego en su mano, en busca de más caricias así.

— Y luego te quejas de porque te llamo "gatita".— Susurra muy cerca de mi oído y consiguiendo que se me ponga la piel de gallina.— Me encanta el efecto que tengo en ti.— Dice y comienza a pasear su dedo índice por mi cuello.

¡¡Porque deja de tocarme el pelo!!

¿¡QUIEN SE LO A DICHO!?

Abro los ojos de golpe y de un salto me levanto, pero rápidamente agarro las sabanas y tapo mi desnudez.

Y ¿Por que, estoy desnuda? Porque anoche hacía mucha calor y decidí ir quitándome prenda por prenda hasta que sin darme cuenta acabe desnuda y durmiendo la más de bien.

— Si ya te e visto.— Dice sonriendo.

— Mentira.— Lo voy a negar todo, todito...

— Te vi anoche, mientras, te quitabas prenda por prenda.— Sonrie con satisfacción, el muy imbecil.

Lo ignoro y agarrando mi ropa del armario, me dirijo hacia el baño, para ducharme y arreglarme para hoy.

Después de haber puesto mi canción favorita a tope, me meto en la ducha y dejo que el agua tibia recorra mi cuerpo desnudo. Estoy tan relajada que no me e dado ni cuenta de que alguien me está ayudando a lavar el pelo.

Espera...¿¡ALGUIEN!?

Me giro de golpe y lo primero que me encuentro es la sonrisa que Jayden tiene de imbecil y la pervertida mirada que me está dando ahora mismo.

— ¿¡Que haces aquí!?— Le pregunto y el deja de mirar mi cuerpo, para mirarme a los ojos.

— Ducharme con mi mate, obvio.— Dice tranquilamente y como si fuera lo más normal del mundo.

— ¡Sal!— Grito y señaló con mi dedo índice hacia la puerta, me ignora y comienza a ducharse.

Resoplo frustrada y intento terminar lo más rápido posible de ducharme.

— ¿Preparada para tu regalo?— Pregunta.

— Supongo... aunque sabiendo que viene de ti, no me fio mucho.— Me sincero.

— ¡Que fuerte! No te fías de tu queridisimo mate, el futuro padre de tus hijos y tu futuro marido. ¡ME PARECE MUY FUERTE! — Dramatiza.

No contesto y a cambio sólo salgo de la ducha, me envuelvo en una toalla y salgo de el baño, para vestirme en el cuarto.

Una vez vez vestida y arreglada, me miró en el espejo, para mirar si hay algún defecto y después de haberme repasado entera, levanto la mirado y me encuentro con un Jayden con tan solo una toalla en la cintura y la verdad, y sin exagerar parece una tabla de chocolate buenorra. Esos cuadraditos de su abdomen no son ni medio normales.

Lo mejor de todo, el me a visto verlo a través de el espejo y viene hacia aquí con su estúpida sonrisa.

Me rodea por detrás la cadera con sus grandes brazos y apoya su cabeza en el hueco que hay entre mi hombro y mi cuello.— Umm...esos vaqueros.— Se muerde el labio, mientras, que me mira a los ojos.

— ¿Te podrías vestir?.— Pregunto nerviosa por la cercanía, algo irónico, ya que nos hemos duchado juntos.

—¿Te pongo nerviosa?— Pregunta, pero el mismo sabe la respuesta.— Que raro... cuando eras más pequeña no te ponía nerviosa, ¿Que a cambiado?— La forma en la que te miraba...

Na..nada y no me pones nerviosa.— Digo con firmeza.

¡Ja!

— Pues ya que no te pongo nerviosa..— No habla y cuando miro hacia donde esta mirando atraves de el espejo, me sonrojo. Su mano derecha está subiendo por debajo de mi camiseta y si sigue por ese rumbo se encontrará con mis bubis destapadas, ya que la camiseta no necesita sosten.

Intento apartarme nerviosa, pero el me agarra fuerte y me aprieta más contra el con el brazo que aún rodéa mi cadera.

— Umm...chica mala, ¿Que haces sin susten?— Pregunta, al notar que no lo llevo, pero no contestó estoy bloqueada y las palabras no me salen. ¡ME ESTA TOCANDO LAS BUBIS!— Contesta.— Exige.

— La..la cami..se..seta no lo ne..nece..necesita.— Digo entrecortada y con la respiración acelerada.

— Ponte uno.— Dice serio y cuando miro sus ojos por el espejo, me doy cuenta de que el me está mirando seriamente y con la mandíbula apretada.

— No.

— ¿Como? Mia póntelo y no empecemos mal el día.— Dice y parece que su paciencia se está acabando, con los años e llegado a saber cuando la va a perder.

Algo bueno, supongo.

— No se nota nada, además solo te as dado cuenta porque me as tocado, porque si no, ni cuenta te das.— Digo saliendo de sus brazos.— No va a pasar nada y...¡Hoy me tienes que dar mi regalo.— Cambio de tema y me mira severamente, pero aún asi no reitera nada más y yo continuo hablando.— ¿Que es?— Le pregunto sonriendo con inocencia.

— Solo te voy a decir que te tengo una propuesta.— Dice sonriendo.— Así que date prisa y cuando estés nos vamos.— Sentencia y sale sonriendo de el cuarto.

¿Que tramara?¿Será algo bueno o algo malo?¿Y si me quiere dejar, como dijo su padre?¿Que será?Ooooh... la duda me está matando.

ESTUPIDO LOBO.✔Where stories live. Discover now