Pov'Jayden.
Mia se a pasado toda la santa noche fuera de la habitación, se que no a sido tan tonta como para irse en plena noche del hotel y seguramente haya cogido una habitación a mi nombre.
Chica lista.
Me he levantado, duchado y vestido, tan solo para bajar a recepción y que me digan en qué habitación está mi chica.
— ¿Perdona, Mia Jhonson en que habitación se encuentra?- Le pregunto a la chica.
— Lo siento, pero no podemos dar esa información. - ¿Por que se niega a decírmelo?
— Esa habitación la estoy pagando yo, seguramente.- Le digo.
— ¿Como se llama?- Pregunta parpadeando rápidamente, ¿Tendrá un tic en el ojo?
— Jayden, Jayden Foster.- Se lo repito con apellido incluido por si no se a enterado a la primera.
Ella hace unas cosas en el ordenador y vuelve a hablar.
— Si, usted está pagando la habitación en la que se encuentra la señorita Mia Jhonson. - Dice. Lo sabía...— Esta en la habitación doscientos cuatro.- Me dice.
— Muchas gracias.- Le digo irónicamente y voy rápidamente hacia el ascensor y apretar el botoncito en el que pone un cuatro, ya que la habitación de Mia esta en la última planta del hotel.
El ascensor se para en un piso y un trabajado entra con un carrito de comida. Lo miro de reojo y al ver que no toca ningún botón le pregunto.
— ¿Usted también va a la cuarta planta?- Pregunto educadamente.
La educación ante todo...
— Si, voy a llevar este desayuno a la habitación doscientos cuatro.- Me informa.
A pedido desayuno...
— ¿Si quieres puedo llevarlo yo?- Me mira intrigado y continuo hablando.— En la doscientos cuatro está mi chica y voy también a esa habitación.- Digo.
— O pues si es tu chica, si puedes llevárselo tu.- Dice, en cuanto llegamos a la cuarta planta, el me da el carrito y se vuelve a ir por el ascensor.
Voy empujando el carrito mientras busco la puerta en la que pone los números 204 y cuando la visualizo voy directamente hacia ella para luego pegar unos golpes en la puerta.
Efectivamente la que me abre es Mia, pero lo que me impresiona es el como a abierto la puerta...
En un puto albornoz.
Y sin siquiera pensar mis palabras suelto.
— ¿Como te atreves a abrir la puerta así?- Pregunto aunque ella no me esta mirando a mi, si no a la comida. Cuando alza el rostro me ve y lo único que hace es preguntarme.
— ¿Por que no as dejado que lo traiga el trabajador?
— ¿Acaso quieres verlo?¿Por eso estás así vestida?¿En albornoz?- Pregunto rápidamente y comenzando a cabrearme.
Acaso quiere verlo... porque si es así, a el lo mató.
— No, no estoy vestida así para que el me vea.- Responde.— Estoy asi vestida, porque toda mi ropa está en tu habitación.- Explica con una sonrisa de oreja a oreja y sin dejarme replicar, vuelve a hablar.— No digas nada más, que tengo hambre y quiero comer en paz. Así que si me disculpas...- Dice cogiendo el carrito y entrandolo a la habitación, para luego sentarse en la cama y ponérse el carrito enfrente.
Pues si que tiene hambre.
— ¿No vas a volver a la habitación?- Pregunto entrando yo también a la habitación.
— No lo se...- Dice comiéndose un cruasan de chocolate.
— Bien.- Contesto neutral.
— ¿Bien?Si la verda es que lo estoy.- Contesta con sarcasmo.
— Tu y yo, vamos a hablar.- Digo cerrando la puerta de la habitación y poniéndo el pestillo.
— ¿Por qué no puede ser después de el desayuno?- Pregunta y se que se está burlando de mi.
— Mia...- Advierto.
— Jayden...- Dice de igual forma.
Como puede ser tan testaruda...
— Mañana nos casamos.- Suelto si más y veo como casi se ahoga con el último trozo de cruasan.
— ¿Qu..que?- Pregunta entrecortado.
— Lo que escuchastes.
— No, no escuche soy sorda.- Dice tapándose los oídos con las manos.
Que infantil...
— Pues como no escuchastes, te informo que mañana pasaras a ser la señora Foster.- Le informo.
No dice nada, lo único que hace el levantarse de donde esta y apartando el carrito un poco se acuesta en la cama, para después taparse de pies a cabeza con el edredón blanco.
— Mia.- La llamo.— Sal de ahí.- Le ordeno.
— ¡No quiero!- Se queja como una niña pequeña.— ¡Soy muy joven!- Grita.
— Sal. Ahora. Mismo.- Digo lentamente para que me haga caso, pero nada.
Voy hacia donde ella y después de estar un rato luchando contra ella para que suelte la manta, la suelta y yo la tiro al suelo.
— Mañana será el mejor día de nuestras vidas, tus hermanos ya está informados de todo esto y les parece bien.- Hablo.— Y con o sin tu consentimiento nos vamos a casar.- Sentencio.
— ¿¡Por qué!?- Grita derrepente, la miro con curiosidad y ella sigue gritando.— ¿¡Por qué quieres que nos casemos ya!?¿¡Por qué me obligas a casarme contigo!?¿Te hecho algo?¡No! Simplemente me he negado a perder mi apellido, pero tranquilo que ya no lo quiero...- Dice entre lágrimas.— Mi propio hermano, a dicho que ese apellido es solo de el, su hermano y sus mates. No mío.- Agacha la cabeza al decir las últimas palabras, me acerco a ella y la abrazo para consolarla.
Algo irónico...
Le hago daño y la consuelo yo.
Ella entierra su cabeza en mi cuello y comienza a decir cosas.
¿¡Por que su hermano le habrá dicho eso!?
— No pasa nada... pequeña.- Digo acariciandole el pelo y cuando noto que se a dormido, la cojo en brazos y la sacó de la habiracion para llegar hasta donde el ascensor y darle al botón de las segunda planta.
El ascensor se para y cuando veo que no es en mi planta, y que a sido porque alguien lo a llamado, gruño y miro a la persona que está intentando entrar. Me mira asustado así que vuelvo a gruñir y le digo.
— Fuera.
El me hace caso y sale de el ascensor. Cuando llegamos a la segunda planta me dirijo con una bella durmiente en mis brazos hasta mi cuarto, el cual también es el de Mia.
Su lugar está conmigo.
Siempre...
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ESTUPIDO LOBO.✔
Про оборотней- Jayden? - Si.- Dijo Jayden. - Me dejarás ¿irme?- Le pregunté Jayden. - Lo siento, pero tu no te moverás de aqui- En cuanto Jayden dijo esas palabras sentí como mis lágrimas empezaban a caer por mis mejillas. - Pe..pero porque. Si y...yo no te he...