~Extra~

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— ¡Baja!— Chilla en un susurro el chico que hay debajo de la ventana del cuarto de Abigail.

— Voy.— Le responde ella y como puede, comienza a salir por la ventana, para luego agarrarse a la rama del árbol que hay enfrente de su ventana.

Una vez llega al árbol, le dice al chico que la está mirando con una sonrisa de oreja a oreja.

— No se bajar.

— Tírate, que yo te cojo.— Dice el chico y ella lo mira mal.

— Me da miedo.— Dice ella.

— Voy a por ti.— Dice y en un salto sube al árbol.— Súbete a mi espalda.— Le dice el, para así poder bajar los dos.

— No se...— Dice ella insegura y con miedo.

Y esa misma inseguridad, hace que se suba a su espalda, para luego soltar un pequeño chillido, al ver como el se tira y cae con ella a sus espaldas en el suelo de pie.

— ¿Estas bien?— Pregunta en un susurro el.

— Si.— Responde ella, sintiendo como el corazón le va a mil.

Ella se baja de la espalda del vampiro y el da la vuelta, para verla.

— Tampoco a sido para tanto... Comenta el, al escuchar el corazón acelerado de acelerado.

— Para ti no, porque estas acostumbrado. — Dice ella, dejándose rodear por los fuertes y pálidos brazos de su compañero de vida.

— Nunca te dejaría caer.— Admite el en voz alta.

— Ya, ya...— Dice ella con una sonrisa burlona.— ¿Donde vamos?— Pregunta ella, inspirando el olor a jabón y colonia que desprende su cuerpo, ya que esta pegada a su pecho.

— A dar una vuelta, princesa de los lobos.— Le informa y reconoce lo que ella es ante los lobos.

— Te quiero, Rey de los vampiros.— Suelta ella sin pensar y rápidamente un color tomate invade sus mejillas.

— Y yo te amo, preciosa mate.— Le contesta el, para luego cargarla como la princesa y reina que es.— Tendrías que comer más...— Dice, cuando se da cuenta de que no pesa mucho.

— Yo como...— Se queja ella.— Aquí lo que pasa es que tu estás muy fuerte, vampiro.— Dice ella, dejando un pequeño beso en el cuello de su novio.

— Que sepas que necesito tener chicha para agarrar.— Dice el con una sonrisa que ella apenas puede ver bien.— Además de que cuando tengamos hijos... tienes que esta fuerte, para poder tenerlos.— Comenta como si nada.

— ¡Wow! Vas muy rápido, señor.

— Soy un vampiro.— Comenta el sonriendo.

— Idiota.— Dice ella también con una sonrisa.

— Te encanta este idiota.

— Por cierto... ¿Donde me llevas?— Pregunto.

— Al único sitio en donde podemos estar juntos.— Contesta el, y sigue caminado con ella en brazos.

ESTUPIDO LOBO.✔Where stories live. Discover now