ESTUPIDO LOBO.✔

Capitulo 26|¿Que pasa, gatita?

Pov'Mia.

He dormido como un bebé, Jayden no se encuentra aquí, así que bajo al comedor para haber si se encuentra allí y antes de entrar por la puerta de el comedor, escucho la voz de una chica.

— Me prometiste que si la encontrabas la dejarias por mi.- Dice ella.

¿A quien dejara por ella?

— La hubiese dejado por ti, si tu, no te hubieras alejado de mí.- Responde con simpleza Jayden.

Decido interrumpir la rara conversación y entro al comedor.

— Hola.- Saludo.

— Hola.‐ Se levanta del sofá al escucharme y viene hacia a mi.— Ya a venido, se llama Mikaela y ya está preparando todo para convertirte en loba.- Dice na más llegar.

— Anda...¿Te queda mucho, Mikaela?- Le pregunto algo curiosa.

— Un poco...- Contesta.— Oye.. no tengo mucho dinero y el hotel cuesta muy caro, ¿Me puedo quedar esta noche aquí?- Pregunta y veo cómo Jayden asiente.

Le doy una mala mirada y salgo de el comedor para luego subie por las escaleras y ir directamente a la habitación.

No se que le está pasando a Jayden, pero tiene unas contestaciones muy secas, además, la zorra de la bruja no para de hablarle...

Además la conversación que he escuchado, no me a dado mucha confianza en ella.

Se que se ocupará de la poción o lo que sea que vaya hacer para convertirme en loba, pero...Jayden es mío y se acabó el tema de la maldita bruja.

Vuelvo a bajar al comedor, donde están haciendo la receta para convertirme.

Na más entrar, vuelvo a localiza a Jayden en el sofá y a ella la veo remenear un líquido rosa fuerte que hay en un calderon de color negro.

Como los de las brujas, de toda la vida...

No dejo que se levante esta vez y voy directamente hacia el para sentarme en su regazo.

— Amor...- Digo melosa.

— ¿Que pasa, gatita?- Pregunta mirándome a los ojos y rodeando con uno de sus brazos mi cintura.

Escucho el bufido de la bruja y le pregunto.— ¿Pasa algo?¿Te as equivocado en algo?- Pregunto inocentemente.

— No, tranquila, todo va bien.- Me da una sonrisa más falsa que el "si entendí" en una clase de matemáticas.

Vuelvo a centrarme en Jayden.

— ¿Por que no vienes conmigo?- Pregunto.

— Estoy esperando a que haga la poción que te tomaras.- Contesta en un susurro.

— Vale.- Acepto, acomodando mi cabeza en su pecho y cierro los ojos por la tranquilidad que me transmite su cuerpo.

Después de un rato y por culpa de las caricias que me esta dando en el pelo y el brazo, me duermo con mi nariz enterrada en su cuello.

Umm...huele delicioso.

***

Unos golpecitos en el hombro me hacen entraría los ojos y escucho la voz de Jayde llamándome, para que me despierte.

Abro del todo los ojos y lo miro fijamente. Aún me encuentro en su regazo.

— ¿Que pasa?- Pregunto desorientada.

— Ya a hecho la poción.- Me informa.

— ¿Me la tengo que tomar ya?- Pregunto.

El nos acomoda y a mi me deja a horcajadas de el, para luego retirarme un mechón rebelde y colocarlo detrás de mi oreja.

— Te la tienes que tomar, con un poco de mi sangre y luego te tengo que morder...

— ¿Morderme?- Pregunto asustada, no me agrada la idea.

— Para inyectarte un poco de el veneno que tienen mis cornillos.

— Oh...

— Toma.- Dice pasándome un vaso con el líquido rosa que había en el calderon. Lo cojo.— Tómatelo.- Dice seriamente.

Asiento y me llevó el vaso a los labios, para después de un trago bebermelo entero. Sabe raro, no esta ni bueno, ni malo. Es un sabor neutral.

Me pasa un vaso que es de chupito, pero este en verde contener el líquido rosa, contiene un líquido más condensado de color carmesín.

Sangre.

Me lo tomo también de golpe y a diferencia del el otro sabor, este si que sabe y rápidamente el sabor a hierro se mezcla con mi boca, para luego pasar por mi garganta y terminar en mi estómago.

No se que me pasa, veo borroso, tengo sueño y sobre todo las fuerzas que me quedan son poquísimas y todo esto por unos simples líquidos.

— ¿Que me..me está pa..pasando?- Consigo preguntar.

— Descansa, pequeña.- Y entonces siento un dolor extremo en el brazo y mis ojos se cierran para fundirme en la oscuridad.