UNO

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Larissa se encontraba dando sus cursos, parte de su servicio social como profesora de español a extranjeros, en este caso había obtenido su lugar en un instituto en Seúl.

Algo que le gustaba, ya que su profesora decía que enseñar español a un nativo pequeño era un reto, ya que aprendían rápido y lo asociaban con todo lo que hacían, era volverlos bilingües y así estaban del otro lado al salir del jardín de infantes, o al menos un poco de aprendizaje, después ya los padres tendrían que pagar por un tutor exclusivo.

—Buenos días pequeños, espero hayan realizado su tarea -dijo sonriéndole a los 10 pequeños que estaban en su aula.

—Miss, yo no pude -dijo un pequeño haciendo un tierno puchero.

—¿Pediste ayuda a papi y mami? -preguntó mirando su cuaderno.

—Si, pero mami salió, papi tenía trabajo y no sabía que decía -bajó la mirada. Y ella sonrió palmeando su hombro.

—Miss Larissa, buenos días -llamó la directora.

—Buenos días señora directora -sonrío y los pequeños de pie hacían una reverencia.

—Que niños tan lindos, pueden sentarse -sonrío y los pequeños se sentaron y atentos escuchaban.

—Son muy quietos, los pequeños del salón de junto son un terremoto -rieron.

—Es demasiado atenta Miss, muy bien les traigo una sorpresa -dijo sonriendo.

—¿Dulces? -preguntó Keimi.

—No, nada de dulces Kemi -rieron.

—¿Más juguetes para el salón? -preguntó Ken.

—No Ken, un nuevo compañero, adelante -dijo y entró un pequeño demasiado apuesto, con una hermosa sonrisa.

—Buenos días -dijo el pequeño.

—Preséntate con tus compañeritos -pidió amablemente la directora.

—Me llamo Kim Bae Seung -hizo una reverencia. Y entregó una pequeña caja de chocolates a Larissa.

—Muchas gracias Bae Seung -sonrió contenta y el pequeño sonrió.

—Bienvenido Bae -dijo Ken dándole la mano.

—Gracias -sonrió dulce.

—Bien señor Kim, su miss le dirá donde podrá sentarse, que tengan un buen día chicos -sonrió y abandonó el aula.

~~~

—¿Saben quien entró a estudiar al instituto? -dijo Zury al tiempo que Larissa y Danya llegaban al comedor.

—¿Quién? -preguntó Danya.

—¿Aún no saben? -dirigiéndose a Danya y Larissa.

—No -dijeron al unísono mirándose.

—Bueno, pues nada más ni nada menos que el hijo de Kim Seokjin -se miraron entre ellas.

—¿Y él es? -preguntó Larissa confundida.

—¿Cómo que quién es? -dijo Danya.

WILDEST DREAMS; SEOKJINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora