•×• Headcanon: Hanma Shuji •×•

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• No sabemos si bebe, pero si lo llega a hacer, Hanma no parará de hablar •

Un niño con falta de atención se quedaría corto al lado del espécimen, quien no paraba de soltar un soliloquio

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Un niño con falta de atención se quedaría corto al lado del espécimen, quien no paraba de soltar un soliloquio. El sujeto en custodia era alto, delgado, un loco de primera y apuesto en demasía. Bastante agotador seguir escuchándolo. Ya para cuando el reloj del teléfono celular marcaba las 3:45 de la madrugada, tu única cosa primordial era buscar las ganas de dormir, que desaparecieron cuando Shuji comenzó a hablar cosas sin sentido de su misteriosa vida e infancia. Estaba tan cerca que sin remedio alguno, ocupaba una buena cantidad de espacio sobre el colchón regado en el suelo junto al edredón arrugado.

Su aliento a licor penetró cada lado de tus sienes y ya después de eso, simplemente perdiste el sueño. Ninguna de sus frases conectaba. No sabías si él estaba tan ebrio, perdido, tenía falta de memoria o si contaba cosas al alzar a propósito.

Antes de seguir manejando esas palabras flotando en el aire, andabas recapitulando el comienzo de la velada. Una que recordabas como las luces de la avenida, la estación Shibuya quedando sola por los recovecos, las avenidas siendo iluminadas por el juego de lámparas que adornaban cada esquina, espacio y arquitectura indomable del histórico lugar. El espacio inédito que embargaba la tensión entre el tacto de la espalda de Hanma y tus manos alrededor de él, sosteniéndote de su holgado suéter, mientras manejaba la motocicleta de rines altos que le caracterizaba el resto de su afamado estatus.

Te había recogido cuando recorrías a eso de las 9:30 de la noche cerca de un karaoke del que recientemente habías salido.

¿Te llevo a tu casa?

Lo siguiente había sido sonreír como ilusa porque pensaste a la primera que esas apariciones de casualidad resultaban ser últimamente lo mejor que te sucedía. Sin tener la menor idea de por qué Hanma Shuji se dejaba crecer el cabello, ya su sonrisa era un acto muerto en vida, y sus ropas eran varias capas de tela una sobre otra. Siempre él, solo su ser.

En los remolinos de aire que sacudían tus cabellos, alzaste la cabeza para analizar el firmamento de estrellas, las cuales eran las únicas que conocían los paraderos alternos a los que Hanma escapaba desde el último año. ¿Qué hacía? ¿A dónde iba? ¿Por qué dejó de ir a la escuela? No eras alguien de ver las noticias, pero tus suposiciones era que esta vez sí se había metido en problemas. De aquellos que le obligan a escapar de algún acto atroz que anteriormente habrá cometido.

Para cuando te dejó frente a la residencia de estudiantes, buscaba la llave en el alocado reguero de tu bolso. Los nervios cubriendo las yemas de los dedos, porque seguía ahí, esperando.

¿Tienes a dónde ir? –le habías preguntado–.

Sonreía triste; con ese tipo de tristeza acompañada en sus iris oscuros y a la vez tan brillantes, dentro de dos cuencas de fantasía.

TR ━ [ᴴᵉᵃᵈᶜᵃⁿᵒⁿˢ ⁻ ᴼⁿᵉ ˢʰᵒᵗˢ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora