ᴀʟғᴀ ᴀᴜᴛɪsᴛᴀ-KOOKMIN

Capitulo 3

—Jungkookie, detente por favor—Dijo enrollando sus brazos en el cuello del mayor—¿Te gustan mucho los besitos no es así?—El alfa asintió mientras besaba una de las mejillas del menor—

El corazón del Omega estaba brillando por dentro. Su alfa no había parado de besarlo todo el día de ayer que incluso lo despertó aún con más besos en su rostro. Jungkook le había pedido dulcemente que se quedará a dormir en su casa donde no tubo problema en cederle su preciada cama.

Aún que todo fuera color de rosa a su al rededor, el Omega sabía que pronto tendría que partir hacia busan por su respecto trabajo a la manada donde no todo era como allí. No habían televisores, computadoras o siquiera celulares, el lugar que le correspondía era un bosque en una gran cabaña acogedora.

Jimin era un Omega heredero de un bosque realmente grande donde alfas y omegas eran libres de correr en su forma lobuna, A el le encantaba aquello ya que se sentía libre de todo el exterior que lo rodeaba, más que feliz por aquello una idea llegó a su cabeza haciéndolo sonreír en grande.

—Bebé—El alfa ronroneó tiernamente ante aquel nuevo apodó—Pronto tendré que irme, quisieras...¿Quisieras acompañarme?.
Tu y nochu se sentirán muy cómodos allí, ambos podrán ser libres y además hay muchos árboles y niños....oh! También hay muchas cabañas y la nuestra puede ser acomodada justo como tú habitación para que así no extrañes nada de aquí.

El Omega estaba tan nervioso que no se percató de que un puchero se instalo en sus labios para luego sentir otros labios apresar los suyos de manera cálida y torpe.
Sonrió entre el beso dejando que el alfa tuviera el control, jadeó sorprendido al ver como los besos de Jungkook bajaban a su cuello dónde comenzó a morder.

—Jungkookie....

—Copito huele a pastel de fresa—explico dando algunas lamidas, extasiado por aquel olor—A Jungkookie le gusta mucho el pastel de fresa.

El Omega sonrió sin alejarlo pero aún seguía pensando en su manada la cual tenía que cuidar y dirigir. Jimin estaba más que seguro que sus padres aceptarían a su alfa sin embargo no podía poner las manos al fuego y decir que los demás alfas y omegas lo acepten por lo que es. Jungkook era un alfa especial.

Pero pensándolo bien, el sería el rey, la cabeza de aquella manada por lo que si escuchaba algún rumor o siquiera miradas de desprecio a su alfa serán desterrados y no exactamente de la manera que se imaginan, Su Jungkook sufrió mucho durante años y si allí pasaría lo mismo Jimin no se quedaría en el molde. El actuaría y defendería a su pareja.

—Hermano Mingi no me dará permiso—dijo sacando al Omega de sus pensamientos—El me ah protegido desde siempre y aún no le conté sobre que tengo a alguien que me quiere como hermano Mingi—Jimin sonrió—Hermano no sabe sobre copito.

—Dices....¿Que era?—el Omega rio enternecido—Oh!, Si, ¿Dices que nochu y yo podremos ser libres?—Jimin asintió—¿Si no pudiera ir copito se quedará a mi lado y me hará muy felíz?

¿Si?, ¿No?

La respuesta era sencilla de responder pero el Omega no quería hacerlo, el alfa estaba entusiasmado y sonreía en dirección a el esperando una Respuesta, una que no sabía cómo responder. Si decía que si tendría que dejar a su manada de lado y seguir con su vida normal, pero si decía que no tendría que dejar a su alfa solo.

El Omega tomo entre sus manos las mejillas del mayor mientras daba suaves caricias haciendo que el alfa cerrará sus ojos. Había tomado una decisión y no hacía falta pensar sobre aquello.
Dejo un pico en los labios ajenos y obligó a que Jungkook abriera los ojos con pereza.

—Copito siempre te hará felíz por qué se quedará a tu lado sin pensarlo, Jungkookie, estaré siempre a tu lado y te defenderé de todo aquel ser malo que se atreva a lastimarte.