Paseo

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Abri la puerta del copiloto mientras miraba a mis alrededores asegurándome que nadie pudiera verme, una vez dentro suspiré y miré a mi izquierda. Sabía que estaba ahí pues podía sentir su fragancia.

-Sabía que en esa linda cabecita si había un poco de sentido común, y vendrías. - dijo en un tono seco mientras encendía el auto y conducía fuera del estacionamiento 

-No vengo aquí a que me insultes, quisiera que me explicaras que hago aquí. - respondí de mala gana mientras cruzaba los brazos.

No recibí respuesta y el seguía conduciendo sobre la calle principal de la ciudad, no tenía idea a donde me llevaba, pero por alguna extraña razón no podía sentir miedo, me sentía segura a su lado. Sabía que no sería capaz de hacerme algo malo.

-¿No me lo vas a decir? - pregunté con un tono fuerte, esta situación estaba comenzando a cansarme.

Sentí que no debí decir eso pues el auto paró en seco y después pude sentir como Michael se avalanzaba sobre mi. Sus labios comenzaron a recorrer mi cuello, dejando besos húmedos por toda la delicada piel. Sus manos acariciaban mis muslos, maldijé en mi mente por haberme puesto falda ese día. Se sentía tan bien sentir su calor cerca de mi, mientras me daba pequeñas mordidas sobre mi cuello. Se acercó a mis labios los cuales comenzó a devorar con rapidez y podría decir con un toque de furia.

-No me gusta que mis alumnos se copien entre sí. Este es tu castigo por eso. - dijo entre besos, mi mente solo podía pensar en lo bien que se sentía tener sus manos recorriendo mi cuerpo.

Tomó uno de mis muslos y comenzó a acariciarlo hasta llegar a mi entrepierna, sus labios seguían unidos a los míos. Creo que estar haciendo esto en el asiento del copiloto no era lo más cómodo del mundo, pero no podía pensar en eso, se sentía tan bien. Lentamente mis piernas quedaron desnudas, pues él se encargó de quitarme la falda que traía puesta. Me observó detenidamente y rió por lo bajo. Yo fruncí el ceño.

-¿Por qué no te pusiste el conjunto negro de encaje que compraste? - pude sentir como la sangre se apoderaba de mis mejillas, no recordaba eso. Y es que hoy para mi mala suerte había decidido ponerme un conjunto rosa de corazones, después de todo mi mamá tenía razón.

-Y eso qué te importa a ti. - respondí secamente mientras empujaba su peso para que se quitara de encima de mi.

-¿Crees que puedes hablarme así?

-¿Y tú crees que puedes venirme a hacer todo esto teniendo novia? - él me miró confundido.- la chica con la que estabas en la tienda, donde compré ese conjunto.

Él se separó de mi y volvió a su asiento, se veía serio. Creí que estaba recapacitando pero comenzó a reír. Yo comencé a enojarme y traté de abrir la puerta pero él le puso seguro antes de que pudiera hacerlo.

-Niña, no tengo porqué darte explicaciones de mi vida privada, pero te aseguro que ella está lejos de ser una novia para mi.- respondió aún con una sonrisa en el rostro.

-¿Y qué te causa tanta risa? -estaba comenzando a perder mi paciencia.

-Esa chica es mi hermana y me causa tanta risa que me muestres celos de esa forma.- siguió riendo. Yo sentía mi cara arder aún más.

-No tanto celos como los tuyos al verme con Jake.- respondí de la misma manera, quería ver su reacción. 

Él se acercó a mi y volvió a ponerse cerca de mi como antes lo estaba, podía sentir su respiración en mi rostro. Yo cerré mis ojos y él tomó mi mentón mientras hablaba con sus labios sobre los míos.

-A mi no me importa una mierda a quién te follas o no. -respondió bruscamente. -pero que te quede claro que solamente yo quiero verte en ese conjunto que seguramente te queda pequeño. -dicho esto comenzó a besarme salvajemente mientras nuestras lenguas jugaban una con la otra. Sus manos viajaron nuevamente hacia mi entrepierna y comenzó a acariciar mi centro por encima de mis bragas, podía sentir como comenzaba a humedecerme cada vez más.
Él sabía perfectamente lo que hacía y se sentía tan bien, continuó acariciandome mientras su otra mano se encargaba de levantar mi blusa para dejar al descubierto mis pechos, los cuáles comenzó a succionar y besar descontroladamente. Los gemidos comenzaron a salir de mi boca naturalmente, nunca antes había sentido algo así.

Es verdad que experimente placer por mi pero jamás por otra persona,  y el señor Jackson parecía estar bastante experimentado. Sus dedos apartaron mis bragas a un lado y comenzó a acariciar mi feminidad la cuál ya estaba bastante húmeda. Mis quejidos inundaban el silencio que se creaba en el auto, agradecí mentalmente que estuviera totalmente polarizado, pues si alguien viera esto estaríamos en grandes problemas.

Comencé a sentir como mi cuerpo daba espasmos de placer, estaba a punto de terminar, tomé su brazo mientras lo apretaba, pidiéndole más, quería por fin liberarme del placer que se estaba convirtiendo en una deliciosa tortura; pero sus dedos dejaron de moverse y yo solté un quejido bastante fuerte, no entendía cómo podía parar cuándo estaba a punto de venirme.
Me miro fijamente a los ojos y dijo "eso pasa cuando intentas copiar en mi clase." no sin antes darme un corto beso en los labios.

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⏰ Ultimo aggiornamento: Jul 21, 2021 ⏰

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