Plan 1

214 30 1
                                    


No pude pegar un ojo en toda la noche, pues estaba pensando formas en las que podría llamar la atención del señor Jackson. Aún así estaba con toda la energía del mundo mientras me alistaba para ir a la escuela.

Digamos que en la escuela tenía cierta popularidad por ser de las más lindas, solo que los chicos no me prestaban tanta atención porque sabían que los rechazaría, ya había sucedido un par de veces.
Esta mañana me puse un atuendo bastante lindo que acentuaba mis largas piernas y una blusa un poco pegada a mi cuerpo pero no muy reveladora pues iba contra las reglas del Instituto.
Si el señor Jackson no caía ante mis palabras, pues entonces tenía que usar mi mejor arma, que era mi cuerpo.

Me tomó alrededor de 5 minutos llegar a la escuela, ya que Logan se había ofrecido a llevarme ese día.

-Hoy también te ves muy bien, Maddie. Estoy comenzando a sospechar que te gusta un chico.- dijo burlandose mientras me miraba. Yo fruncí el ceño.

-No tiene que gustarme nadie para verme linda, idiota. Y manten tus ojos en la carretera, Logan.- dije de mala gana, el movió la cabeza desconcertado y suspiro. Normalmente no le hablaba así pero la falta de sueño, más la situación de ayer no me tenían en el mejor humor del mundo. -Lo siento, no estoy de muy buen humor, no pudo dormir bien.- El sonrió y asintió entiendiendo mientras me dedicaba un 'no pasa nada' al mismo tiempo que estacionaba su rustico pero hermoso auto rojo.
Me despedí de él ya que no lo vería si no hasta la última clase o tal vez en el almuerzo. Ambos tomamos distintos caminos a lo largo del estacionamiento, caminé varios pasos hasta que para mi sorpresa me encontré con un señor Jackson bajando de su elegante auto.
Traía puestas sus características gafas de sol por lo que no podía ver sus ojos, pero sí la dirección en la que miraba. Yo sonreí y él solamente se limitó a mirarme unos cuantos segundos sin expresión alguna y siguió caminando. Yo me encogí de hombros y seguí mi camino al salón de biología.

Después de varias horas por fin era la clase de matemáticas, usualmente solía sentarme en los asientos de en medio, para poder observar la ventana cuando me encontraba aburrida, pero planeaba sentarme justo enfrente del señor Jackson esta vez, solo para molestarlo.

Plan que fue arruinado por Christopher, un idiota muy bien conocido por ser el soplón de los maestros. Caminé con una sonrisa hacía él dispuesta a quitarlo del que hoy sería mi lugar.

-¿Cómo estás? - pregunté con una sonrisa coqueta, pero antes de que pudiera contestar seguí hablando. -Yo planeaba sentarme ahí donde estás tú e incluso llegué temprano, ¿me harías el favor? - mi primer recurso siempre era la amabilidad, nunca fallaba, pero al parecer a él no le importó.

-Yo no veo tu nombre en esta silla, Madison. No me moveré, aquí alcanzo perfectamente a ver todo lo que hay en el pizarrón. - respondió restandole importancia.

Yo bufé y estaba a punto de hablar cuando fui interrumpida por esa caracteristica voz.

-Buenos días, Jóvenes. En lo que llegan sus demás compañeros vayan sacando una hoja, pues hay exámen sorpresa. - los pocos que había en la sala suspiraron e hicieron caso a sus órdenes. Menos yo, quién seguía luchando por mi lugar. - Y háganme el favor de hacerlo o de lo contrario van a reprobar.- esto claramente era para mi, así que no tuve más opción que ir a mi lugar habitual, sacando una hoja de mi cuaderno para escribir sus dichosos exámenes. Ahora sí que estaría muerta, pues no entendía nada de nada.

Pasaron varios minutos para que la sala estuviera llena de todos y el señor Jackson se paró de su escritorio para darnos las indicaciones, usualmente las escribía en la pizarra por lo que me pareció raro.

-Puede que tengan suerte, o puedan que no, pero el exámen de hoy consiste en que me van a escribir por lo menos 10 reglamentos de esta institución. Y quién recuerde la regla número 5 obtendrá un punto extra, suerte.- Sabía a lo que estaba jugando, claro que yo conocía a la perfección el reglamento de la escuela, pues hice una investigación sobre el en una materia de relleno.

Y la regla número 5 decía algo como: "En el caso de un alumno faltar el respeto a un superior, o viceversa, se sancionará con 3 días de suspensión. Si se repite el caso, se expulsará definitivamente del instituto."

Reí por lo bajo, sabía exactamente lo lo que estas haciendo, Michael. Y para tu mala suerte, a mi también me gusta jugar a los retos.
Claro que no escribiría el reglamento, si no una carta para ti.

Después de 30 minutos, todos habían terminado y yo no fui la excepción, me levanté de mi asiento y poseé la hoja doblada sobre el escritorio del señor Jackson, sin antes dedicarle una mirada juguetona, él se inmutó y siguió escribiendo en su libreta, yo salí de la sala.

Esto apenas comenzaba.

Mr. JacksonWhere stories live. Discover now